
Embajada oaxaqueña en la Ciudad de México: Pasillo de Humo
Pasillo de humo es un rinconcito bendito repleto de moles, tlayudas hoja santa y mezcal.
Pasillo de humo es un rinconcito bendito repleto de moles, tlayudas hoja santa y mezcal.
Ahora va empezar la temporada del maíz rojo, así que…
Sirva este pequeño homenaje al soundtrack para maridar emociones.
St. Regis organiza tardes de terraza con la mejor champaña y un menú de papas fritas. Todo qué ganar.
Este es un pan de muerto salado. Este es un platillo que cumple 2 caprichos en 1. Esta es la hamburguesa con pan de muerto. Y para terminar: helado de pan de muerto.
Al fin en la Ciudad de México un sándwich típico de deli judío: pan de centeno, corned beef y pepinillos.
Para todos los gustos, desde tradicional, pasando por gluten free y hasta veganos.
Te guiamos por la ruta libanesa en el Centro Histórico de la Ciudad de México donde puedes encontrar textiles, restaurantes, tiendas de productos libaneses, templos y otras cosas.
En su primera edición, Nación de Vinos ya es el evento más importante de la industria vitivinícola de nuestro país.
Brochetas, nigiris, bowls humeantes, simplicidad y cariño.
Un buen lugar de salchichas alemanas y cervezas para el radar de un buen capitalino.
El chef Ezequiel Hernández traza un puente imaginario, envidiable, entre la capital y Ensenada.
Cambiamos el caldo de pollo por deliciosos y humeantes ramen. Éstos son los mejores sitios para encontrarlos.
Nos dimos a la tarea de recopilar cuatro mezcales junto con Sabrá Dios para compartir detalles poco conocidos sobre esta bebida ancestral y una propuesta de maridaje.
Una cantina moderna (sin dejar de ser clásica) con excelente diseño, barra y comida.
El suigéneris “hogar de Aída” ofrece comida deliciosa, excelentes tragos y vida nocturna bajo un mismo techo.
Solo hay que saber una cosa de la cocina tailandesa, y es este lugar en la colonia Roma.
El origen de la gastronomía francesa en México en tres pasos.
Hay una diferencia entre una torta compuesta una caliente: el relleno. Ambas son inventos 100% mexicanos, y el último exclusivamente de las calles de la Ciudad de México. Estos son algunos de los puestos más deliciosos para comerlas.
El Mirador (que no mira a ningún lado) es una de las cantinas más genuinas que nos quedan.