Beatricita es una fonda con más de 100 años de historia en la Zona Rosa y sus tacos de guisado son tan ricos que se dice que la frecuentaba Porfirio Díaz.
En una de las casas más bonitas de la Cuauhtémoc inauguró Room Club: una serie de experiencias para ir a bailar en la nueva normalidad y hacer honor a la temporada de fiestas.
En Frito y Cruel hay pollo frito y pollo picante estilo Nashville (más 4 salsas a elegir), que se acompañan con sidra y sides deliciosos.
¿Niñomeando? Un sticker que salpica todas las calles de la Ciudad de México.
En la selección de Filia Store hay proyectos jóvenes, locales, sin género, raros. También hacen eventos de arte, poesía, moda y otros experimentos.
“Un paseo por el parque” es un paisaje olfativo que se expone hasta febrero en Inédito de Design Week, en el hermoso Espacio CDMX. La pieza está hecha de cerámica, madera y perfumes como lago, algodón de azúcar y tierra mojada.
Con el hallazgo de más de 20 mil huesos de mamuts en el aeropuerto de Santa Lucía, los científicos del INAH están evaluando hacer un nuevo museo de sitio.
Cuando por fin pudimos salir de nuevo, las fachadas de la ciudad se habían llenado de colores brillantes. O al menos eso parecía.
Pollo Bruto es para comer un placentero pedazo de pollo asado y sentirse alentado a regresar muchas veces. O a pedir a domicilio por semana.
Estos 2 lugares son deliciosos. Pachangala es de gastronomía rara y bien hecha, Taco 149 es de tacos exquisitos. Ambos comparten un espacio sencillo y rico en la Condesa.
Burger Boys es un tienda en la Roma que vende playeras, stickers, juguetes personalizados y todo gira alrededor de los Kewpie Dolls.
Al fin en la ciudad tenemos sándwiches deli de tradición judía: pastrami artesanal, pepinillos hechos en casa y mostaza dijón. Alex Delicatessen llega para quitarnos el frío.
