wanwan sakaba
14 de marzo 2018
Por: Maria José

WANWAN Sakaba, el japonés más japonés de la Ciudad de México

WANWAN Sakaba es un acogedor restaurante japonés (quizás el más rico de la ciudad) barato y delicioso que te hace imaginar que estás en Tokio. Perfecto para ir a cenar con amigos un día cualquiera.

Ya sabemos que la zona rosa guarda una muy buena variedad de lugares para comer asiático. Entre esas maravillas hay uno que nos gusta en particular ubicado en la calle Londres casi esquina con Varsovia: WANWAN Sakaba.

Este acogedor restaurante japonés es un portal directo a Tokio. Entras y te encuentras rodeado de carteles japoneses, botellas de su selección de sakes, una atmósfera creada por conversaciones en japonés y olores de una gastronomía lejana y a la vez familiar.

Para comenzar bien la noche, lo mejor es sentarse en la barra y pedir un sake doble en lo que ves la extensa carta (el sake de la casa está delicioso y cuando es doble te lo sirven rebalsado en un masu (cajita de madera)). Servirlo rebalsado es parte de una tradición japonesa que hace alusión a la abundancia. También, ya estando en esas, hay que saber que uno nunca debe servirse sake a sí mismo, hay que dejar que alguien lo sirva.

El menú es una larga lista de opciones: edamames, gyozas, shishito peppers, sashimi, verduras, tempuras, arroces, curry, ramen, postres. Recomendamos en particular el ramen, la carne con arroz y gengibre, el curry de cerdo y los donburis con el corte de pescado de tu preferencia. El tempura es una delicia también. WANWAN Sakaba es una barra japonesa en la que puedes pasar horas pidiendo pequeños platillos extraños, sapporos y sakes y whiskies japoneses y siempre salir feliz y reconfortado.

En la parte de arriba hay unos salones con mesas (hay que reservar), pero no tienen muy buena acústica y las conversaciones sufren demasiado. Lo mejor aquí es departir en la barra y así también poder copiarle al vecino lo que pidió porque se ve delicioso.

La mayoría de los comensales en WANWAN Sakaba son japoneses, muchos de ellos oficinistas que van a relajarse después del trabajo y que te hacen imaginar que cruzando la puerta de entrada entras en un callejón de Shinjuku. Es ese lugar perfecto para ir a cenar muy rico y tomar casual con uno o dos amigos (más se complica en la barra) sin necesidad de gastar mucho.

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