“Bienvenidos a la inevitable norteñización de México”, dijo alguien alguna vez, y la frase llegó para quedarse. Es comprensible. Desde siempre, pero acaso con mayor notoriedad o intensidad en las últimas décadas, el llamado “norte” de México ha ocupado un lugar central en la cultura mexicana. Desde los corridos tumbados hasta los sombreros vaqueros, pasando por los tacos de asada, la colonización norteña parece un hecho ya irreversible.
Precisamente del norte es que llegó la chef Alexander Suástegui a la Ciudad de México. No solo del norte, así en abstracto, sino específicamente de la ciudad más al norte de todo el país: Tijuana. Si ustedes han tenido el gusto de visitar Tijuana, sabrán que es una ciudad que, entre muchas otras virtudes, cuenta con una estupenda oferta de tacos. Y Suástegui pareciera honrar esa herencia en su más reciente proyecto, Los Guiris
, una refrescante propuesta de tacos casi en la Escandón
, en el filo de la colonia Hipódromo.
Lo primero que notamos al llegar a Los Guiris es un fulgurante verdor, cortesía de un diseño minucioso que no por tener un espacio limitado para trabajar es menos atento. Partiendo de unos encantadores mosaicos verdáceos, el local extiende y potencia ese color en su imagen y mobiliario. Sillas plegables de lámina, puertas metálicas, un carrito de utensilios, unas pizarras con el menú, un refrigerador que se asoma al fondo y unas botellas de vino espumoso que se ven al frente: verde todo. Lo segundo que vemos es un menú multicultural.
Una odisea con burbujas
La onda en Los Guiris está en parear tacos jugosos con vinitos sabrosos. Por eso su menú está dividido en “Tacos” y “Burbujas”. Por el lado de los tacos, la cosa tiene para darle gusto a todo mundo. Literal. Está el Tremendo, que honra a su nombre con barriga de cerdo, chicharrón y chorizo de Guerrero, todo sobre una tortilla de maíz criollo. Luego viene el Chen Kai, que da un salto geográfico para aterrizar en Corea, de donde toma el pollo frito bañado en adobo y añade pepino persa encurtido y cebolletas crujientes sobre una norteñísima tortilla de harina. Una untuosa joya cosmopolita.
Como embajador de la CDMX está el Xochimilca, que lleva flor de calabaza rellena de requesón, epazote, nuez y maíz criollo. ¿Evitas la carne? El Marajá, de lentejas al pesto de hierbabuena, hummus, tzatziki y chile güero en pan pita es la opción.
Aún hay más
Cada tanto, Alexander invita a un colega chef a caerle a Los Guiris y presentar un menú fugaz que dura un fin de semana. Cuando fuimos, el chef invitado era Diego Niño, quien nos voló la cabeza con un espectacular taco de lengua de res encacahuatada, ixnipec, echalote y setas. Sobra decir que tuvimos que comernos más de uno. La oferta de burbujas también muta según lxs invitadxs, pero de fijo en la carta hay un Bonina portugués, un tinto Santo Yo, un rosé Brut Dargent y, por supuesto, caguamitas y coquitas.
Quién sabe si fue a causa de la norteñización, pero aquel día hacía uno de estos calores últimamente tan frecuentes, de esos que desabrochan el primer y hasta el segundo botón de la camisa. Ahí estábamos en la banqueta ya casi de la Escandón, al lado del bar Felina, bebiendo vino banquetero para refrescarnos.
Una única advertencia sobre Los Guiris hay que hacer: ya instaladxs, se corre el riesgo de ordenar un par de tragos de Felina, y como quien no quiere la cosa, seguirla hasta que caiga la noche. Pensándolo bien, ya no sé si es advertencia o recomendación.
Tacos Los Guiris
Baja California 326, Hipódromo
Martes a viernes | 6 pm – 12 am
Sábado | 2 pm – 12 am
Domingo | 2 pm – 10 pm