11 de octubre 2023
Por: Diego Cera

Taco placero: una carta de amor a un clásico dominical

Si le preguntáramos a los capitalinos a qué les saben los domingos, probablemente nunca hallaríamos una respuesta concreta. Sin embargo, al buscar en sus recuerdos culinarios más remotos, es muy probable que se encuentren con el cálido recuerdo de unas tortillas recién hechas, nopales preparados, queso fresco y chicharrón recién hecho. Ese abanico de sabores sólo puede significar una cosa: taco placero.

Este platillo que, aunque a veces parece muy sencillo, es en sí mismo una comida completa que, con sus muchas posibilidades, cubre cualquier gusto. Porque algo tiene este taco es que siempre es cumplidor y quizá esa sea la razón por la que usualmente se come en familia; así, con tantos modos de preparación, nadie se queda con el antojo.

Los ingredientes 🌮

Más allá de las formas en que uno lo prepara, quizá lo más rico de este taco es que todo es fresco. Por su nombre podemos intuir de dónde provienen sus ingredientes: plaza, tianguis, mercado; llámenle como quieran, al final todo se traduce a un mar de productos recién hechos y, en el mejor de los casos, acabados de cosechar. 

Los domingos son el día perfecto para consumir estos tacos, pues son los días en los que tianguis y mercados se asemejan a una canción de Chava Flores donde la vendimia se vuelve una fiesta donde los aromas y sabores son reyes. Por ejemplo, quienes atienden los puestos de verdura preparan nopales de diferentes formas. Para quienes gustan de sabores fuertes y picantes, los preparan en escabeche; aunque también están los que vienen en ensalada con jitomate, cebolla y cilantro para quienes prefieren algo más ligero. 

También están otros más elaborados con habas, ejotes, huevo o hasta refresco de cola. Claro, está un poco de más decir que quienes gustan de estas preparaciones deben de hallar un buen proveedor que, incluso en domingo de plaza, puede ser una tarea algo complicada.

Ya encarrerados, y como al final de cuentas hay que aprovechar la vuelta al tianguis, en el mismo puesto de los nopales no faltará quien aproveche para comprar un manojo de cebollitas cambray, guajes o pápalo que, aunque son sabores fuertísimos que no todo mundo soporta, hay quienes los consideran una delicia y cuando se trata de comida, ¿quién se podría atrever a llevarles la contraria?

Obviamente, las opciones no paran hasta ahí, como dijimos, las mañanas dominicales son privilegiadas por la frescura de los alimentos y en cada colonia hay al menos un carnicero que muy temprano saca su caso para preparar el chicharrón que servirá de almuerzo para muchos de sus clientes. Algunos también aprovecharán para comprar carnitas, cecina o alguna otra pieza que haga del taco un manjar más sustancioso, aunque eso ya es un adorno opcional.

¿Y qué sería del taco sin la tortilla que lo sostiene? 🌮

Aunque ya no es tan frecuente, algunos privilegiados todavía encontrarán en sus mercados tortillas hechas a mano; de esas que, acabadas de salir del comal, guardan el sabor del carbón y la masa recién cocida. Para los que no tenemos tanta suerte, nos quedan las de tortillería que son más sencillas, igual de cumplidoras y también con sus muy particulares placeres como ese de tomar la pieza de hasta arriba para hacer el clásico taquito de sal con tortilla recién salida de la máquina. 

Por supuesto que las tortillerías también tienen sus secretos, al igual que ocurre con las taquerías, hay marchantes que prefieren unas sobre otras por la calidad de las salsas que ahí ofrecen y, si bien es cierto que esto es cosa de toda la semana, es necesario destacarlo, pues no hay nada que se agradezca más en una mesa mexicana que una buena salsa.

Queremos mucho al taco placero 🌮

Con todo, podemos decir que el taco placero está más allá de un simple platillo de domingo —que, como verán, de simple no tiene nada. Su presencia en una mañana de domingo no sólo implica el almuerzo familiar; en esa tortilla caben además un par de bromas, comentarios sobre la semana que se fue y, por qué no, recuerdos cálidos de quienes, aunque ya no están en la mesa, todavía conservan su lugar. Por eso queremos decir ¡Larga vida a los domingos, los tianguis y los tacos placeros!


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