Olio Fino aceite de oliva
24 de mayo 2019
Por: Andrea Cinta

Olio Fino: la tienda más voluptuosa y rica para probar toda clase de aceites de oliva

Olio Fino es una tienda en Condesa para probar más de 30 opciones de aceite de oliva extra virgen y vinagre balsámico. Hay sabor hierbas frescas o tan sedosos como mantequilla.

Un aceite de oliva puede ser tan singular o insípido como uno quiera. Los segundos llenan las estanterías de los supermercados con bonitas etiquetas para atraer clientes; los primeros no se preocupan por eso pues el sabor es suficiente credencial. A ese grupo especial pertenecen los aceites de oliva de Olio Fino, una tienda en la Condesa de puras maravillas sedosas y verdes.

Luca y Francis empezaron el proyecto en San Miguel de Allende en el 2013 y lo trajeron a la ciudad en el 2015. Cuando uno les pregunta qué es lo más importante para elegir un buen aceite de oliva la respuesta es muy simple: probar. En su tienda los aceites extra virgen reposan en contenedores con la información bien a la vista, desde país de origen, variedad de aceituna o perfil de sabor. Aunque al final, nada de eso importa demasiado si uno lo lee sin conocer de aceites… lo verdaderamente especial es que todo se puede probar.

La tienda

La tienda está dividida en los aceites de oliva puros y los infusionados (de diferentes proveedores alrededor del mundo), y la sección de vinagres balsámicos blancos o reposados en barricas de roble (de Módena, Italia). Visitar Olio Fino es jugar a probar un poquito de todo y mezclar cierto aceite y cierto vinagre, previa sugerencia de Lydia, la encargada. Hay para todos los gustos, además de sorpresas extrañas que después de probarlas toman todo el sentido.

Para marinar un pollo, por ejemplo, Lydia recomienda mezclar aceite de oliva infusionado con harissa y agregar un poquito de vinagre balsámico de limón y menta; para una ensalada aceite con albahaca y vinagre de moras negras y jengibre; para una pizza aceite con limón persa y vinagre de hierbas napolitanas… Las combinaciones son interminables y los aceites de una calidad impecable. Restaurantes como el grupo Enrique Olvera o Rosetta son sus clientes.

Después de probar todo lo que uno quiera, puede comprar una botella que rellenan ahí mismo (la más pequeña es de 200 ml a $160 pesos, salvo algunas excepciones de aceites premium que son algo más caras). También hay pequeños paquetes de tres aceites de oliva y dos vinagres balsámicos para tener más variedad. Y toda una sección de granos y semillas sazonados para complementar platillos (salva, pimienta y especies; edamame, cebolla y pimiento morrón…) que están a la venta por gramaje.

Si uno quiere aprender más del sabor de un buen aceite de oliva (o vinagre balsámico) basta pasar cualquier día a probar pequeños sorbos de más de 30 opciones a Olio Fino. Todos tienen algo especial: con sabor a hierbas frescas o tan sedosos como la mantequilla.

También organizan catas de aceites (hay que escribir a info@oliofino.com para reservarlas).

.

[snippet id=”55853″]

.

Más en Local:

Partimar: una bodega en la San Rafael llena de productos italianos (que solo encuentras allí)

 

Exit mobile version