chocolate líquido
26 de septiembre 2019
Por: Diego Cera

Hicimos esta ruta por 5 chocolaterías deliciosas en la ciudad

Este es un recorrido para los amantes del aroma a cacao tostado y chocolate. Cada uno de estos negocios chocolateros tiene algo especial que hay que probar.

El territorio que ocupa la Ciudad de México fue uno de los lugares que vio nacer el chocolate alrededor del año 1900 a.C. Relatos aztecas y mayas cuentan que Quetzalcóatl –deidad mayor de Mesoamérica y jardinero divino– robó del mundo de los dioses este manjar y enseñó a las mujeres a prepararlo, moliéndolo con maíz y algunas especias endémicas, como el chile. El resultado fue una bebida oscura y amarga que sólo los sacerdotes y nobles podían tomar (aunque hay quien asegura que Moctezuma podía beberse hasta 50 tazas diarias). Aquí dejamos una pequeña ruta por 5 chocolaterías especiales en la ciudad.

Central Cacao

Este recorrido le interesa a los amantes del chocolate y comienza en Central Cacao y La Rifa, fundados por el chef Daniel Reza. Aquí, el aroma a cacao tostado y chocolate invaden el local. Desde sus logotipos hasta los diminutos granos de cacao que adornan las paredes y estanterías, pasando por productos como la miel, la manteca, el licor y los nips de cacao, todo comparte la misma temática. Y claro, no hay que olvidar las barras de chocolate con cacahuate o avellana y los chocolates rellenos.

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La Rifa

En La Rifa, además de los productos derivados del cacao, puede probarse el menú salado diseñado por Daniel, el cual incluye tamales de chocolate cubiertos con mole o chalupas de guacamole con chapulines. Para beber hay que probar el chocolate en sus diferentes variantes: dulce, semiamargo y amargo. Para servirlo, se utilizan jícaras, que conservan mejor la espumosa capa de chocolate en la superficie.

Daniel aprendió sobre las variedades del cacao y las recetas en sus constantes viajes a Chiapas y Tabasco, las capitales de la producción de cacao en México. Durante sus recorridos conoció a campesinos y especialistas cacaoteros, quienes le transmitieron los conocimientos que debía tomar en cuenta para ser un experto chocolatero, “aunque el cacao es uno de los frutos mesoamericanos que se heredaron al mundo, nosotros poco sabemos de las especies que crecen en nuestro país, su historia y sus problemáticas, y por ello en La Rifa tratamos siempre de informar y educar a las personas sobre la importancia de consumir este fruto”, concluye.

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Qué Bo!

Pero si de obras de arte y diseño se trata, no hay mejor lugar que Qué Bo! Aquí, los chocolates son pequeñas joyas de colores relucientes. El chef José Ramón Castillo es el escultor de estas gemas, con una técnica que busca unir el gusto del chocolate con los sabores frutales y únicos de Latinoamérica. Sus especialidades son los chocolates rellenos de maracuyá, limón y chía, tamarindo y chapulín, jamaica, mezcal, naranja con sabor a gusano de maguey y guanábana.

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Di Cioccolato

En Polanco se encuentra Di Cioccolato, un proyecto del músico Emilio Mejía. Para él, la chocolatería debe ser un encuentro de sabores intensos y suaves, como una pieza musical: “mientras en Europa están acostumbrados a notas más suaves y tersas al paladar, los mexicanos siempre tenemos sabores más penetrantes, como el chile, las salsas, el mole, etc. Quiero mostrar ese sabor estridente en el paladar sin olvidar la suavidad del chocolate. Así es la música, una combinación de sonidos suaves y estridentes”, señala Emilio. La especialidad de la casa es el chocolate blanco con maracuyá y el amargo con relleno de frambuesa, una fusión entre lo exótico y lo clásico.

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Tout Chocolat

“No importa el problema, el chocolate es la solución”, es la bienvenida que Luis Robledo, fundador de Tout Chocolat, suele compartir con los clientes. El lugar está decorado con muestrarios de cristal, a través de los cuales se aprecian los chocolates y panes dulces, que parecieran hechos con escuadra. Cada trufa de chocolate es una pedacito de perfección, con tendencias claras al minimalismo: mantener el contenido profundo pero con figuras sencillas. De entre sus mejores creaciones, nos quedamos con las madelenas de chocolate, con una capita ligera de azúcar que las hace etéreas y deliciosas.

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[[Acaba de salir nuestra nueva guía impresa sobre la Ciudad de México (!), y el tema es el más rico de todos, del que todos hablamos todos los días: la gastronomía. La Ruta de comida sonorense en la Ciudad de México, forman parte de este libro Local, edición especial de gastronomía, que ya está también a la venta en nuestra tienda en línea y en librerías.]]

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