Si existe un placer universalmente adquirido, que no conoce de límites ni de fronteras, ese debe ser el de comer. Comemos no solo para saciar el apetito o para satisfacer una función biológica. Lo hacemos también para celebrar ocasiones especiales, reconfortar en los momentos difíciles, compartir con los demás y transferir saberes ancestrales. Para los mexicanos es algo especialmente cierto, por lo que en las calles del Centro Histórico de la CDMX existe la primera Biblioteca de la Gastronomía Mexicana, con la Fundación Herdez como su principal benefactora. 

Junto con las cocinas francesa, japonesa y mediterránea, la mexicana es considerada patrimonio intangible de la humanidad por la UNESCO. Es así que en el año de 1994 se le pide a la Universidad Autónoma de México, con la asesoría de expertos gastrónomos, la búsqueda y recopilación de bibliografía en la materia. Actualmente el acervo cuenta con más 7,200 títulos, entre libros, revistas, videos y CD ‘s, que diseccionan la grandeza de la comida mexicana. Existen títulos especializados en repostería, vinos, quesos y cervezas, por mencionar algunos; además de tomos dedicados a un solo ingrediente, siendo el aguacate, la vainilla y el chocolate los más consultados.  

Para aquellos que se dedican a la docencia e investigación, la Biblioteca de la Gastronomía Mexicana puede resultar de gran ayuda, pues en sus estanterías también hay tesis, manuscritos que datan del siglo XVII y ediciones originales a partir del siglo XIX, con información que difícilmente encontrarás en Internet. Recetarios -antiguos y actuales-, revistas, cuadernos de nutrición y hasta un apartado infantil te esperan en este recinto imprescindible, que cuenta un pedazo de nuestra historia a través de la universalidad del lenguaje culinario.

¡5 hallazgos!

El Cocinero Mexicano, de Anónimo (1831)

Impreso por primera vez en 1831 (incluso más viejo que el Himno Nacional), el Cocinero Mexicano es el recetario de gastronomía mexicana más antiguo y, por ende, el título más preciado de la colección. Este, a diferencia de todos los demás, está exhibido tras una vitrina de cristal y únicamente se puede apreciar desde fuera. Recoge recetas tradicionales y antiquísimas de los hogares mexicanos y sirvió como base académica para estudiar el tema. Está redactado en lenguaje instructivo que es conciso y sencillo, es decir, que da instrucciones pero no definiciones. 

Una Odisea Culinaria, de Diana Kennedy (2013)

La sala que alberga la colección literaria de la Biblioteca de la Gastronomía Mexicana recibe el nombre de Diana Kennedy en honor a la autora y docente británica quien, a través de sus escritos e investigaciones, logró que la cocina mexicana fuera vista con otros ojos por los extranjeros. En Una Odisea Culinaria, Kennedy recopila más de 250 recetas a partir de los muchos viajes que hizo para aprender sobre nuestra rica tradición gastronómica. Los platillos, ingredientes, técnicas y expresiones culturales registrados por la autora retratan en detalle cómo nos alimentamos los mexicanos. 

Mercados en la Ciudad de México, de Corina Armella (2015)

Parte fundamental de la riqueza culinaria de México radica en sus mercados y, en el caso de la CDMX, existen más de 300. Mercados en la Ciudad de México es un gran formato que permite revisar a detalle las fotografías que el inglés Michael Calderwood tomó en mercados icónicos como La Lagunilla, Jamaica, Merced, Sonora y San Juan; acompañadas por interesantes relatos escritos por Jacobo Zabludovsky, Elena Poniatowska, Eduardo Matos Moctezuma, Ángeles González Gamio, Isabel Villa y Édgar Anaya. 

El Festín de las Letras, Cocina y Literatura, de María Pérez Ruíz (2001)

La gastronomía y la literatura son dos artes estrechamente vinculadas y el Festín de las Letras de María Pérez Ruíz es el ejemplo perfecto de esta sinergía. Se trata de una colección de 43 relatos cortos, premiados en las semanas gastronómicas del restaurante El Chiscón, que se hilvanan con 43 recetas hechas a la medida de la redacción. Es así que la receta de arroz con castañas, pasas y piñones inspira el cuento La Soledad del Arrocero, y el soufflé de limón da nombre a la narración Una Cena Muy Airosa

A Comer Sano, de Patricia Geis (2018)

La alimentación no solo es cosa de adultos, pues los niños también pueden empezar a cultivar buenos hábitos alimenticios desde temprana edad. A Comer Sano es uno de los varios títulos infantiles que hay en la Biblioteca de la Gastronomía Mexicana y que, a través de coloridas páginas y algunas actividades didácticas, invitan a desarrollar una buena relación con la comida. 

La Biblioteca de la Gastronomía Mexicana está ubicada en Seminario 18, en el Centro Histórico. Abre de martes a domingo de 9 a 15 horas y no hay préstamos a domicilio, solo en sala.