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27 de mayo 2020
Por: Diego Cera

Los Panchitos: los temibles ‘chavos banda’ de los ochenta

Los Panchitos fue una de las bandas más temidas en la ciudad durante la década de los ochenta. Por sus riñas con otras pandillas los catalogaron como personajes extremadamente violentos.

Los ochenta fue la década del descontento social en la periferia de la ciudad de México; mientras en los suburbios y zonas céntricas los “chavos” se divertían en antros y clubs, en los alrededores de Observatorio y Santa Fe las cosas eran muy distintas (como siempre lo han sido). Las condiciones de precariedad y desigualdad habían forjado una actitud de hostilidad, y los adolescentes estaban cada vez más metidos en problemas de violencia y adicciones. Así, se agruparon en pandillas con las que luchaban para obtener respeto.

Chavos banda de Santa Fe en los ochenta. Foto: Ricardo Tavera

Los noticieros se referían a ellos como “chavos banda”. Pero cada banda tenía su nombre. Los Panchitos eran los más famosos, sus territorios comprendían Observatorio, Santa Fé y Tacubaya, aunque su cuna estuvo en la colonia 16 de septiembre de la Álvaro Obregón. De todas las pandillas que había en la ciudad en los ochenta, los más temidos fueron Los Panchitos.

¿Cómo nacieron Los Panchitos?

El nombre “Panchito” nació como un juego. Según cuenta José Luis Moreno Salinas, “El Hacha”, ex líder y fundador de los Panchitos, el nombre surgió porque los primeros miembros de la pandilla se llamaban Francisco. Cuando llegaban a verse en la calle o en alguna reunión, todos se saludaban diciendo “Hola, Pancho”. Con el tiempo cada persona que se unía al grupo abandonaba su nombre original y adoptaba el de Pancho, así, sin apellido, como todos los Panchitos.

Los Mierdas Punk de Ciudad Neza, otra de las pandillas punk de los ochenta. Foto: Adrian del Ángel.

Los Panchitos eran una versión mexicanizada de los punks británicos: chamarras de cuero, estoperoles, pantalones rotos, cabellos largos o parados y un gusto excesivo por lo que en esos momentos llamaban “rock pesado”. Las únicas veces que se les veía solos era cuando iban en camino a reunirse con sus amigos; usualmente andaban en grupo. En total, los miembros originales de la banda sumaban 50, pero sólo bastaron un par de años para que pasaran a ser más de 100. Era común encontrarlos en hoyos funky o cualquier lugar que prometiera música estruendosa y alcohol. Lo suyo era el relajo.

Tocada en Santa Fé. Foto: Ricardo Tavera

La mala fama de los Panchitos

En los ochenta, dice “El Hacha”, casi todos los crímenes de la ciudad se le atribuían a su pandilla. Aunque la realidad era otra: dentro de los códigos de la pandilla estaban el nunca portar armas blancas, pistolas o cometer violaciones. Sabían que si alguno de ellos se metía en una de estas situaciones, todos los miembros de la banda se iban con él como sus cómplices.

¿Pero entonces por qué eran tan temidos? La reputación violenta de los Panchitos nació de sus riñas con otras bandas, especialmente con la de los BUK (Bandas Unidas Kiss de Tacubaya). No importa a qué miembro de la pandilla le pregunten, los BUK siempre fueron sus rivales durante las peleas campales que se organizaban para “luchar por territorio”. Pero también coincidían en algo: a veces, durante esos episodios violentos, sí llegaron a saquear algunas tiendas del barrio.

El Three Souls in My Mind (ahora El Tri) participó en la banda sonora de la película de La banda de Los Panchitos de Arturo Velazco. Foto: Underground resistance forever

Para 1987 la reputación de los Panchitos ya estaba en toda la ciudad, tanto así que el director Arturo Velazco hizo una película que bien podría ser la versión mexicana de The Warriors. En la cinta, la pandilla es una especie de cartel que trabaja para el mejor postor; extorsionan, roban, asaltan, se drogan y hacen pactos con la policía sólo para demostrarle a las otras bandas que ellos eran los mejores. En pocas palabras, fue más bien un retrato exagerado de lo que era la banda en realidad.

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Los Panchitos a veces se reunían con pandillas amigas como la de Los Salvajes o Los Monkys, agrupaciones no tan famosas pero sí extremadamente peligrosas. Eran asesinos, dice “El Hacha”. Se dice que los últimos mataron al productor de Verónica Castro y que en ambos casos el robo era su modo de vida.

¿Qué pasó con los miembros de los Panchitos?

Para saber lo que fue de estos pandilleros sólo hace falta una búsqueda en Google. Si uno teclea “Panchitos”, enseguida saldrán un montón de testimonios. Dependiendo del miembro es la historia relatada. Además de El Hacha, también está el “Chivo”, quien pasó una temporada en la cárcel. A él se le considera el último de la banda y es quien sigue organizando fiestas con los antiguos miembros. Las fiestas  ya no son violentas, a lo mucho hacen ruido porque invitan bandas de rock a tocar y a echar relajo. 

Otros miembros de los Panchitos apenas se acuerdan de sus épocas como pandilleros, o al menos eso es lo que dicen. Después del temblor del 85, muchos de los Panchitos decidieron “enderezarse” y dedicarse al estudio. De hecho, algunos ocupan cargos en el gobierno o ya están pensionados. La Pandilla de los Panchitos ya sólo vive en sus recuerdos donde la ciudad, al igual que ellos, era una adolescente indomable.

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