El aeropuerto de la CDMX es uno de los no-lugares que más nos gusta visitar: estar ahí suele implicar volar a otro lado lejano para un merecido descanso, recoger a una persona amada o volver a casa. Platiquemos sobre el AICM y las vueltas que le ha dado la vida.

Se estima que el aeropuerto con más tráfico en todo el país y toda Latinoamérica, con más de 21 millones de pasajeros en el 2020, es el de la CDMX. Conocemos sus pisos brillantes, sus techos altísimos, sus filas, sus tiendas de recuerdos y sus restaurantes que seguramente has visitado en madrugadas heladas. Pero, ¿qué historia alberga sus cimientos?

Sus inicios

Aunque hoy los aviones llenan al espacio aéreo de la ciudad a toda hora, esta no era una actividad de todos los días en décadas pasadas. A principios del siglo XX cuando los aviones comenzaron a introducirse en la vida citadina gracias a Miguel Lebrija Urtetegui y su planeador en 1908. Sin embargo, en ese entonces no existían espacios designados exclusivamente al despegue y aterrizaje de aeronaves. En 1910 se comenzaron a usar terrenos despoblados de Balbuena como zona para realizar vuelos hasta que en 1915 el presidente Venustiano Carranza decretó la creación de una instalación aeroportuaria, en ese entonces con un enfoque hacia la aviación militar.

No obstante, el rápido crecimiento de la capital y de sus necesidades de transporte llevaron a que en 1920 se creara una sección de navegación aérea, como dependencia de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP). Menos de una década más tarde, en 1928 se estableció un Departamento de Aeronáutica Civil y ese mismo año se dio inicio a la construcción del Puerto Aéreo Central, una terminal para uso excluso de aviación civil.

Sus varios nombres

Para 1929 el Puerto Aéreo Central ya estaba en servicio, pero el espacio que lo caracterizaba y el nombre por el que se le conocía no duraron mucho. A lo largo de los años y de diversas transformaciones, el ahora Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México tuvo también muchos nombres, entre ellos Aeropuerto Central de la Ciudad de México y Aeropuerto de México.

Sus cambios y expansiones

En 1952 desapareció el Aeropuerto Militar de Balbuena y se inauguró la Terminal 1 durante la presidencia de Miguel Alemán. El plan en esos días era que ese edificio terminal fuera único y que al aeropuerto capitalino le bastara con esa edificación; sin embargo, en 1980 se comenzó un proyecto para expandir el aeropuerto a más del doble de su dimensión y capacidad. Veinte años después, en el 2001, se abrió una nueva ala del aeropuerto, el ala este y para 2003 se había terminado otra ampliación de la Terminal 1 e iniciado la construcción de la Terminal 2.

Querido aeropuerto

La mayoría de las personas que vivimos en la CDMX tenemos historias de amor y desencuentro atravesadas por el aeropuerto. Sus pasillos han sido nuestras pistas de carrera cuando vamos tarde al abordaje, nos hemos paseado por el duty free y hemos reído y llorado de la emoción entre ir y volver. Y es que los no-lugares albergan muchísimas historias.