Los habitantes de esta apacible colonia en Coyoacán conocen bien este lugar. Sobre la Av. Santa Úrsula, Crepas y Chilate se distingue por sus mesas de madera, sus series de luces cálidas y un intenso color rosa mexicano. Y no hay otro lugar en la ciudad que ofrezca un chilate igual.

Los hermanos Jonathan y Germán Mier Romero son los dueños de este establecimiento. Ellos nos cuentan que cada familia en Huajintepec, el pueblo de su padre, tiene una receta propia para preparar chilate, y su familia no es la excepción. Sus padres compran el cacao a los lugareños, lo muelen y lo tuestan a mano. Luego lo envían a este rincón de la Ciudad de México y lograr un chilate para nuestro deleite.

Aunque producirlo de manera artesanal es laborioso, el chilate es súper versátil. Aquí puedes tomarlo caliente o con hielos, como se hace típicamente. También pueden endulzarlo para ti con piloncillo o azúcar. Y si te atreves, puedes probarlo con el sabor amargo que caracteriza al cacao.

Al llegar a Crepas y Chilate encontrarás calaveras por todas partes. Germán nos cuenta que el concepto del lugar está inspirado en La Catrina, de José Guadalupe Posada. Las bebidas se sirven en jarritos de barro o vasos con forma de calavera. El espacio es íntimo y cálido, y dentro de él parece que siempre es día de muertos.

Algo que distingue al local de otras creperías, además del chilate, son las combinaciones extraordinarias de crepas con cualquier tipo de guiso. Crepas con rajas poblanas, con cochinita o a la bolognesa, le dan otro toque especial a este rinconcito de la ciudad.

Cada mes, este establecimiento crea una especialidad dulce y una salada inspirada en distintas festividades. Hay crepas con flor de cempasúchil en noviembre, o crepa en nogada en septiembre. Algunas de ellas se han incorporado al menú gracias al cariño que le agarran lxs comensales.

Puedes visitar este lugar maravilloso de las 10 a las 22:30 horas de martes a domingo. Los hermanos Mier nos cuentan con alegría que lo que empezó como un local callejero afuera del panteón francés, ahora cuenta con sucursales en Huayamilpas, Narvarte y Ojo de Agua. Además de Crepas y Chilate Express, también en Santa Úrsula, donde han incorporado café a su menú.

Como dato curioso, se desconoce de dónde viene la palabra chilate. Por lo que actualmente Jonathan y Germán, apoyados por la Casa de las Lenguas México, están investigando su origen.

Prueba el Chilate en la Ciudad de México en Av. Sta. Úrsula mz.663, Coapa, Coyoacán.