27 de junio 2025
Por: Estefanía Fink

The Four Seasons: Anomalies, la nueva exposición en la galería JO-HS

The Four Seasons: Anomalies es una muestra de Floria González y Sandra Leal que reinterpreta las estaciones desde lo espiritual, lo sintético y lo emocional. Del 19 de junio en JO-HS.

Cuando las estaciones ya no obedecen al clima, sino a un código que no entendemos (pero sentimos)

En un mundo donde los inviernos se derriten y las primaveras ya no huelen igual, las estaciones del año se han vuelto más idea que fenómeno. The Four Seasons: Anomalies, la nueva exposición de Floria González y Sandra Leal en JO-HS, no se propone ilustrar el cambio climático ni romantizar los ciclos naturales. Lo que hace es más extraño (y más honesto): sugiere que lo que entendíamos como “naturaleza” ya se volvió otra cosa. Algo híbrido, alterado, y sin retorno.

La muestra abre el 19 de junio, justo antes del solsticio de verano, y propone un recorrido por las cuatro estaciones del año —verano, otoño, invierno, primavera— pero atravesadas por anomalías. Cada estación es una vibración, un umbral, una falla en la percepción. Aquí el arte no representa el tiempo: lo distorsiona.

Verano — The Floral Consciousness Awakens

En el universo de Floria y Sandra, el verano no es calor ni descanso: es cuando una inteligencia orgánica, artificial y animal comienza a vibrar. Floria pinta un lobo amarillo eléctrico, un gato camuflado entre flores que parecen observar. Sandra responde con cuerpos diluidos en campos de energía, como si sus trazos fueran sinapsis de una conciencia expandida.

Es un verano sin playa ni sol, pero con frecuencia. Una flor que muta a partir de datos, no de semillas.

Otoño — Codes Become Rituals

Aquí los árboles no solo sueltan hojas, sueltan estructuras. Aparecen figuras arquetípicas: conejos-niño, peregrinos digitales, una procesión hacia un bosque en llamas. En las pinturas de Floria hay rituales que no tienen nombre; en las de Sandra, lo orgánico se convierte en código, como si un lenguaje ancestral se manifestara en glitch.

Hay tiburones que son tótems, tigres cargados en la espalda, rostros que se disuelven en manchas rojas. Todo está al borde de ser otra cosa.

Invierno — The Simulation Enters Suspension

El invierno no es frío. Es pausa, suspensión, desconexión. Es cuando todo se detiene, pero no para morir, sino para flotar. Floria presenta escenas espectrales: un niño sin rostro cabalga un caballo frente al mar. Una familia observa una embarcación en llamas sin pestañear. Pájaros negros vuelan como signos de mal agüero.

Sandra lo dice con vórtices, mareas alteradas, mapas emocionales que parecen programaciones fallidas de una naturaleza que intenta reiniciarse.

Es un invierno sin navidad. Un estado donde la identidad se suspende, pero algo se empieza a formar.

Primavera — The Anomalous Bloom

Aquí no hay flores de colores pastel ni celebraciones de renacimiento. La primavera que proponen Floria y Sandra es una especie de nacimiento cósmico alterado, donde nada sigue el patrón de antes.

Floria muestra castillos en llamas, familias que navegan en silencio. Sandra dibuja como si el planeta hablara en un idioma botánico nuevo. Los colores son eléctricos: morados, verdes, rosas. La flor brota, sí, pero ya no sabemos si es flor, máquina o memoria.

Epílogo: ¿y si la anomalía somos nosotrxs?

Como experimento, el texto de sala fue coescrito por las artistas y una inteligencia artificial. No es anécdota: es una declaración. La colaboración humano-máquina ya no es teoría ni futuro, es presente. Y no es sólo un proceso técnico: es un nuevo ritual. Lo que antes era glitch hoy se vuelve portal.

Y eso es justo lo que logra esta exposición: nos pone en un espacio liminal, donde las estaciones ya no son estaciones, donde los animales son símbolos reprogramados, donde el arte se siente más como un espejo —deformante pero revelador— que como una ventana.

The Four Seasons: Anomalies es una exposición que hay que recorrer con todos los sentidos abiertos. No para entender, sino para vibrar. Para aceptar que ya no estamos en primavera, verano, otoño o invierno. Estamos en algo más raro. Más híbrido. Más hermoso, aunque nos incomode.

JO-HS
Londres 54, Juárez, CDMX
Horarios y detalles en @_jo_hs

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