López Obrador busca hacer el bosque urbano más ecuménico del mundo. Y bueno, quizás es de sus buenas ideas. Para esto nombró a Gabriel Orozco a cargo del proyecto (no entraremos en detalles sobre la pertinencia), quien no cobrará por involucrarse pero admite que tendrán que reforestar y rehabilitar varias zonas que están abandonadas.

–donde están el zoológico, la Feria, el Museo de Antropología, el Tamayo y los lagos– con la tercera (que está medio olvidada) y una cuarta sección que llegará hasta Santa Fe. A la interconexión de los museos se agregarán otros nodos culturales como un parque botánico y galerías de arte. Y según los cálculos, el proyecto estará terminado en 3 años.

Estas son algunas partes de Chapultepec que ya fueron rescatadas para integrarse al megajardín urbano.

Los nuevos jardines polinizadores

Si algo ha distinguido desde siempre a Chapultepec es su verde interminable y la diversidad que lo habita. Uno de nuestros lugares favoritos es el Jardín Botánico que fue rediseñado hace muy poco. Ahora tiene un espacio para chapulines, un jardín de chiles, uno de orquídeas y otros ecosistemas que son un oasis.

Espacio CDMX Arquitectura y Diseño: el ex taller del trenecito

En el 2006, “el trenecito” de Chapultepec dejó de operar. Pasaron 10 años en los que el taller donde se reparaban sus pequeños vagones inundó totalmente. Hace muy poco, el lugar fue rescatado y ahora es un espacio lúdico en el que se hacen eventos relacionados con el diseño, la ilustración y arquitectura como la World Design Capital del año pasado.

Los balnearios abandonados de la Tercera Sección

Hubo una época, en los ochentas y noventas, donde los balnearios eran un sueño en la ciudad. Hoy de ellos sólo quedan los huesos abandonados (que hacen salivar a cualquier grafitero). En Chapultepec estaba El Rollo, un balneario de 19 mil 600 metros cuadrados, y Atlantis, el primer delfinario de la ciudad. Ahora es una de las zonas menos visitadas del bosque porque está lejos del corredor turístico de museos y del lago.

Cárcamo de Dolores

 El Cárcamo se empezó a construir dentro del Bosque de Chapultepec en 1942 como un lugar para captar el agua del Río Lerma (que aún hoy surte de agua la ciudad). Es un gran túnel creado por Ricardo Rivas y Eduardo Molina e intervenido por Diego Rivera con la obra El agua, origen de la vida. Hoy hay una canción infinita que nunca se repite: la asombrosa pieza sonora Ariel Guzik, que convierte las nubes, el agua, el aire y el sol en música.

cuarta seccion chapultepec

Pabellón Coreano

 El Pabellón Coreano funciona como una especie de club privado que refleja la visión oriental, budista, de la vejez, donde las personas pueden encontrar paz en un entorno natural y sencillo. El acceso es exclusivo para mayores de 60 años. Para poder pasar la tarde entera allí, el Pabellón Coreano pone al joven contemporáneo en disyuntiva: lo devuelve a aquel primer deseo de la niñez de querer ser más grande.

 Museo de Sitio

Chapultepec ya tiene un museo sobre sí mismo. Se llama Museo de Sitio y está en lo que fue la entrada al Antiguo Colegio Militar, un edificio de ladrillo rojo y cantera que es compacto, macizo, como el casco de una hacienda y que estuvo en desuso por muchos años.

Centro Cultural Los Pinos

En total, Los Pinos tiene 56,000 metros cuadrados de construcción. 14 veces más que la Casa Blanca. Abierto a visita, la residencia tiene 4 casas, salones, el antiguo molino del rey, una calzada de los presidentes, el “camino de la democracia” con bustos de políticos ilustres, la plaza Francisco I. Madero, un museo y jardines. Muchos jardines con fuentes y árboles impecables.