30 de octubre 2019
Por: Lucia OMR

Tirasavia cafetería y cocina: un ecosistema veracruzano en Bucareli

Tirasavia en un gran lugar para desayunar en Bucarelli. Además está lleno de plantas, como en Veracruz (y se escuchan sonidos de pájaros y lluvia de fondo).

Tirasavia es como un ecosistema veracruzano en la frontera entre la Juárez y el Centro Histórico.  Acaba de abrir y las mesas están llenas, y es que es un gran lugar para desayunar. Acuden sobre todo vecinos y profesionistas que trabajan en las oficinas de alrededor porque cualquiera aprecia un lugar lleno de enredaderas, orquídeas y comida rica. Además, el restaurante tiene sonidos de grillos, pájaros y lluvia (como se escucharía en Veracruz), paisajes sonoros de ecosistemas mexicanos.

El café de Tirasavia es de comercio justo, viene de una reserva en Coatepec con el apoyo y asesoría de científicos del café que pertenecen al Instituto de Ecología.

Desayunos

La carta de Tirasavia ofrece desayunos que son fusiones entre la cocina mexicana, italiana y francesa: desde los clásicos chilaquiles verdes o rojos con el toque de la casa –huevos poché y comino–,  hasta los huevos cazuela con salsa pomodoro y un toque de vino blanco. Uno de nuestros favoritos son los huevos turcos –huevos poché con salsa de yogurt, ajo, nuez, chile cascabel y mantequilla de chile ancho–.

Postres

Los postres son especialidad también: probamos una tarta de queso ricotta con mermelada de chabacano, nips de cacao y miel de la casa. Pero el que más nos gustó fue la panacotta de cold brew reposada en casa durante 96 horas. También hay pains au chocolat y croissants de la panaderia francesa Pâtisserie Dominique.

Menú del día en Tirasavia

Próximamente habrá un menú del día de tres tiempos con memorables aguas del día (a nosotras nos tocó una mezcla deliciosa de manzana, cilantro y miel). La idea es que la carta no sea fija y deje lugar a la creatividad de los chefs.

La idea de Tirasavia es mezclar las cosas que más les gustan a los socios: café de calidad, diseño, comida, música y México. Aparte de que es un espacio muy acogedor y que te olvidas que estás entre el cemento, Tirasavia tiene dos objetivos claros: hacer comunidad integrando las iniciativas locales y difundir el conocimiento –muy rico pero poco socializado– que producen nuestras instituciones científicas.

De su cariño por la divulgación científica surgió la idea de que pronto venderan productos de la CONABIO, como guías de las mariposas o aves mexicanas.

Los precios en Tirasavia son accesibles, el café alrededor de los $40 pesos y el plato 130, aprox.

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