En el barrio de Santa Catarina Coyoacán venden una tarta de manzana invertida legendaria. Todos los días llega, alrededor de las 10 de la mañana, olorosa a caramelo y fruta desde Río Churubusco, pues ahí está la fábrica. Desde ahí despachan las tartas a las diferentes sucursales de la repostería que la hizo famosa en la ciudad, y que tiene un nombre tan sensato como su producto más famoso: La Tarta.

En realidad, la primera sucursal de La Tarta está en Tata Vasco número 17 y fue fundada en 1978, aunque ahora la más conocida es la de la de Francisco Sosa 266. Ahí las tartas de manzana invertida llegan al por mayor y desaparecen a velocidad insólita; lo mejor para alcanzar una es hacer el pedido con anticipación. Aunque La Tarta tiene otros postres deliciosos (pastel de zanahoria, de pétalos de rosa, flan de coco, merengues…), su especialidad es la tarta caliente y bien dorada.

Sobre la tarta de manzana invertida

La Tarta

El nombre original es tarte Tatin: una receta de manzanas caramelizadas sobre pasta dulce que nació en un pequeño pueblo francés. En 1889 las hermanas Tatin la crearon después de algunos experimentos en la cocina, que incluyeron cocer manzanas Reina de Reinetas con mantequilla y azúcar y luego poner la pasta directamente sobre las manzanas como cubierta y así hornearon la primera tarta. Al salir del horno la voltearon sobre el plato y nació la tarta de manzana invertida.

La de La Tarta sigue al pie de la letra la receta original, con la misma técnica y el mismo tipo de manzanas. Está lista cuando las manzanas quedan bien doraditas y la corteza es fácil de partir. La preparan todos los días –aunque los fines de semana es cuando se acaba más rápido– y tiene clientes a lo largo de la mancha urbana. Además de las sucursales de Coyoacán, también están en Plaza Santa Teresa (Periférico sur frente a TV Azteca) y Plaza Lilas en Lomas de Chapultepec.

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