El verano en la ciudad no es de prisas. Es de sentarse con calma, pedir algo fresco y dejar que la tarde se estire. Entre focaccias bien hechas, cocina de mar y platos italianos sin clichés, estos tres restaurantes traducen la temporada en sabores que invitan a quedarse.
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Lázaro Focaccería
Lázaro es comfort food sin pretensiones, con masa madre, ingredientes frescos y combinaciones que no caen en lo obvio. Hay focaccias para cada antojo: la María (huevo revuelto, aguacate, tocino, queso de cabra y aceite de chile chiltepín) es perfecta para brunch; la Isabel, con salmón marinado, pepino, cebolla morada y queso boursin, sabe a verano en un jardín; y la Marcello, con burrata, mortadela, moras y pistache, es dulce, salada y jugosa. También vale la pena preguntar por la del mes (ahora la Diego, con chorizo argentino, provolone y chimichurri).
Ideal para cuando se quiere algo sencillo pero bien pensado.
@lazarofocacceria
Chilpancingo 39, Condesa
Sinaloa 74, Roma Norte
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Abyssmo
En Abyssmo la idea de “restaurante de mar” se siente más libre y contemporánea. Aquí todo gira en torno a los ingredientes marinos, pero con una presentación que juega entre lo crudo y lo preciso, lo natural y lo inesperado. No hay platos pesados, sino texturas limpias, sabores afilados y mariscos tratados con respeto. Lo mejor es ir al atardecer y pedir un Primo Spritz o una copa de vino blanco frío. El espacio es sobrio, pero cálido, y tiene ese ritmo que uno busca cuando quiere desconectarse un rato sin salir de la ciudad.
@abyssmo.mx
Nuevo León 89, Condesa
Aquí puedes leer nuestra experiencia más detallada sobre este nuevo restaurante.
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Rufus
Rufus es cocina italiana desde la mirada del chef Omar Gómez, quien prefiere no hablar de “recetas clásicas”, sino de una herencia viva que adapta con honestidad. Aquí no hay pretensión, pero sí mucha técnica. El menú cambia con frecuencia, pero se mantiene fiel a una idea: que el producto mande. Es un lugar para comer bien sin fórmulas repetidas, con música que siempre acompaña y cocteles que invitan a extender la sobremesa. Si vas de noche, la iluminación es suave y el ambiente se pone más íntimo, pero igual de cómodo.
@rufusmexico
Álvaro Obregón 43, Roma Norte