Ahora que todos apostamos por un estilo de vida más saludable, creemos que es necesario hablar de Ojo de Maíz, un restaurante vegano en la condesa desde finales de 2020 y cuyo menú adapta platillos típicos de la cocina mexicana para que uno no extrañe la proteína animal. También tiene una tienda de alimentos orgánicos para ayudarnos a cambiar nuestros hábitos.
El local aparenta ser pequeño y, a primera vista, parece más un minisúper de alimentos orgánicos que un restaurante. Pero una vez adentro, la percepción cambia. Se convierte en un espacio amplio y sale a relucir su barra de concreto pulido alumbrada lámparas hechas de fibras vegetales que combinan perfecto con el ambiente del lugar. Su decoración recuerda mucho a la sencillez de esas comidas caseras que, sin ser muy elaboradas, siempre son cumplidoras.
La comida de Ojo de Maíz
Cuando uno ve el menú de Ojo de Maíz se encuentra con algunos viejos conocidos. Platillos de toda la vida como birria, sopa de habas secas, pambazos, tacos al pastor o hasta de cochinita, sólo que aquí se presentan en una versión vegana. Lo ideal, como en casi todo restaurante, sería comenzar con unas entradas como guacamole, aguachile de hongo shitake o unos esquites; aunque algo que tenemos que advertir desde ahorita es que las porciones son generosas, así que conviene tomárselo con calma.
Sopa de haba tostada.
Nosotros, por ejemplo, nos fuimos directo a la sopa y probamos la sopa de habas secas y el caldo tlalpeño, nuestro favorito y el cual creemos que merece una mención especial. El caldo es espeso y con un sabor a jitomate recién cosechado; es decir, ni muy ácido ni muy dulce, más bien en su punto. Las verduras, por otro lado, son todas versiones miniatura —o baby, como les llaman— y todas las cultivan en Ome, un huerto donde todo lo que cultivan es orgánico.
Caldo tlalpeño.
Los pambazos también son bastante ricos, son de papa y tienen un ligero sabor a chorizo que, para quien no sepa que se trata de algo vegano, será un hallazgo muy interesante, porque, en efecto, se dará cuenta de que allí uno no extraña la proteína animal para nada.
Los productos orgánicos de Ojo de Maíz
Ya estando ahí, conviene darse una vuelta por los estantes que hay en la entrada para comprar alguno de los muchos productos orgánicos que tienen a la venta. Desde frijoles o aguacates, hasta chiquigüites para guardar las tortillas, todo lo que está ahí tiene ese aire orgánico que hace que uno se sienta bien con tan sólo visitar el lugar.
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