Desde Tampiquito, Monterrey, llega a la Ciudad de México un lugar especializado en servir desayunos todo el día. Casa Benell se erige como un restaurante norteño único en su tipo, pues de nacer como una panadería ha llegado a ser el favorito de muchos gracias a su dedicación a la comida más importante del día, seas una morning person o no.

La sucursal de Casa Benell en la capital del país se ubica en la colonia Roma, en una antigua casona. Aunque tiene una terraza como primer contacto con los comensales, lo más interesante sucede al entrar. Cuentan con un Expendio Benell, en el que venden productos como tote bags, tazas, gorras o productos congelados para calentar en casa. Esto se debe a que el diseño del lugar responde a una experiencia basada completamente en el comensal: por ejemplo, si al salir del restaurante quieres llevarte algo de la marca Benell para los antojos a media tarde. 

El restaurante cuenta con una cocina abierta, separada de las mesas apenas con una barra desde la que se puede observar todo el proceso de los alimentos, desde la preparación hasta el emplatado. Además de que Casa Benell busca ser sumamente transparente con los ingredientes que utilizan. Si los visitas en las primeras horas de la mañana, te encontrarás con un impregnante olor a pan que enamora incluso al más escéptico. 

Tanto en Monterrey como en la CDMX, Estudio Huu —fundado en 2018 por Jessica Cárdenas— fue el encargado de materializar la idea de Casa Benell. Si en el principio hubo una panadería, ahora, con la expansión no solo de sucursal sino de entidades federales, lo que queda es un lienzo para experimentar sin que se olvide la esencia. 

Entre los platillos que destacan se encuentran los chilaquiles verdes o rojos con chicharrón de la Ramos, aquella carnicería que ha alcanzado la fama gracias a sus productos con sabor único. Otra cosa que vale la pena probar es su beermosa, una mezcla bastante curiosa de jugo de naranja con cerveza belga: solo para quienes no temen beber desde temprano. Y por supuesto, no se puede asistir a Casa Benell sin pedir pan para llevar, como el pan de muerto que tienen disponible todo el año o las conchas en sus diferentes sabores (nuestra favorita fue la de matcha).

Algo que llama la atención es la paleta de colores que usa el restaurante en su mobiliario. Es el mismo, además, que plasma en su menú, hecho con una mezcla de tipografías. De hecho, los materiales, colores y texturas hacen referencia a lo natural de los ingredientes y lo artesanal del pan, lo que ayuda a crear un ambiente acogedor. Entre los materiales que más destacan en el interior predomina la madera, el color beige y mosaicos artesanales. Es una fusión encantadora por donde se vea. 

En la sucursal de la colonia Roma, es posible apreciar una tendencia a lo local, el ruido de los coches es imperceptible y lo único que hace falta para pasarla bien es ir con tu familia o amigos.