camomila
19 de enero 2019
Por: Carolina Peralta

Camomila, un nuevo lugar verdaderamente a gusto con comida saludable pero voluptuosa

Camomila es el nuevo lugar de la Roma para desayunar, comer o cenar saludable (sin ni siquiera darnos cuenta). Todo es natural, los precios son justos.

La comida saludable (o su idea) no es la misma que hace 10 años. Antes, en los 90 o tempranos 2000, más que comer saludable como modo de vida, todos estaban “a dieta”; y esta incluía mucho atún, lechugas, leche light y queso cottage. (Afortunadamente) ya estamos lejos de ahí. Ahora podemos comer saludable casi sin darnos cuenta. Es cuestión de creatividad. Así es Camomila, el nuevo lugar en la Roma que tiene comida natural que se antoja muchísimo.

Los creadores de Camomila son Mariel Pérez y Omar Sapien. Ella es química y él chef, y su proyecto es que Camomila tenga un balance entre lo sano y lo rico. Los platillos y las bebidas son básicamente lo que Mariel se preparaba en su casa antes de abrir el local, pero mejorado. En la presentación de los platillos se nota la dedicación: cuando las cosas están bien servidas y bonitas se disfrutan más, dice ella.

En el menú de bebidas de Camomila hay jugos cold pressed, shots energéticos, café y matcha latte, infusiones y un golden milk que es la estrella del lugar. En el menú de desayunos (que sirven todo el día) hay smoothies y bowls, avocado toast, waffles veganos (deliciosos, con Sarai’s spreads), chilaquiles, huevos. En la comida-cena preparan sándwiches con pan de puro centeno, ensaladas y tostadas y hamburguesas de atún.

Por ejemplo, tienen el shot Hello Morning de naranja, jengibre, cúrcuma y canela. Entre los bowls, que se pueden pedir en smoothie también, el de cacao nos pareció especial: lleva, además de cacao, plátano, nueces, calabacita, gingerbread spice, leche de coco, stevia o monkfruit (el nuevo endulzante que tiene color del azúcar mascabado, la textura de stevia, pero más rico y saludable que ambas).

Entre los avocado toasts, el ovotoast es el mejor: pan de granos y germinados (tipo Ezekiel pero de la empresa mexicana GranoCampo), hummus hecho en casa, mucho aguacate y huevo orgánico estrellado y en su punto. Enseguida, salsa macha deliciosa.

Los precios son bastante justos (promedio $150-$200 pesos), dado que todo es natural, local, cercano. El lugar es agradable, para una mañana de sábado perfecto: está bien iluminado, muchas plantas y la mucha tranquilidad del color verde. La decoración es sencilla, el servicio bueno y casual.

Camomila tiene los desayunos que tantos –en arrebatos de entusiasmo– quisiéramos hacer en casa. Pero claro, mucho mejor.

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