nuevo Quentin
25 de junio 2019
Por: Andrea Cinta

El nuevo Quentin Ámsterdam: el café más rico entre plantas y sillones naranja-barro

Hay un nuevo Quentin en Ámsterdam con cafés de Etiopía, Chiapas o Oaxaca, y un patio tranquilo y luminoso para sentarse horas.

En Quentin están algunos de los mejores baristas de café de la ciudad. Su pequeño lugar en la Roma ya es un viejo conocido del café hecho con precisión matemática, y hace poco abrieron otra cafetería en la Condesa.

El nuevo Quentin está sobre Ámsterdam. Con el lugar original comparten el café de orígenes que cambia semana con semana: algunos africanos, de regiones como Kenia y Etiopía; otros americanos de Guatemala y Colombia; unos más de Chiapas o Oaxaca. También comparten a los baristas expertos que saben recomendar el perfil de sabor y aroma de cada grano de café. Uno puede llegar a pedir algo dulce, cítrico, floral… todo preparado con el método de extracción manual pour-over.

Todos los días calibran dos veces el café para lograr el mejor perfil: a las 6 de la mañana y a la 1 de la tarde. Con todo, cada taza va cambiando y uno puede encantarse de un sabor que tal vez ya no volverá a encontrar.

Quentin en Ámsterdam, Condesa

En esencia, la calidad y el cuidado minucioso son los mismos, pero el Quentin de Ámsterdam tiene un espacio particular. Al frente, la barra está llena de los instrumentos hermosos propios del oficio: aparatos de metal e instrumentos de cristal cilíndricos, de bocas estrechas y largas. También algunos panes dulces para acompañar el café.

Después hay un pasillo largo de concreto que lleva al patio del fondo, puras plantas y sillones naranja barro. Un pedacito tranquilo y luminoso para sentarse horas, platicar con el vecino o no decir una palabra. El interiorismo estuvo a cargo de un despacho llamado We are an event.

En el nuevo Quentin de Ámsterdam hay espacio para muchas cosas. Uno puede sentarse en la barra de la entrada a platicar con los baristas; ir al patio del fondo para pasar un rato largo o tomar un café rápido y de pie en la barra sobre el pasillo, pensada especialmente para las mañanas ocupadas. También hay una banca de mármol sobre la banqueta, rodeada del verde particular de la calle. Por las noches tienen algunos tragos (como carajillos) y muy pronto también habrá un menú de alimentos.

Cuando los visitamos nos contaron que a finales del año van a abrir otros dos lugares más. Una panadería y un restaurante más en forma, en donde estará el molino de café que tienen en su local de la Roma. Mientras tanto, el nuevo Quentin sobre Ámsterdam 67 ya está abierto, y desde que llegó la calle huele a café tostado.

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