Bistrō 44, el proyecto más reciente del chef francés Corentin Bertrand y Mónica Patiño, es uno de esos espacios que simplemente se quedan grabados en tu memoria. Un petit-grand-restaurant en Polanco donde la cocina francesa se cruza con ingredientes y gestos mexicanos, como si ambos lenguajes compartieran ya una misma sintaxis.
El lugar está justo frente al Parque Lincoln y tiene algo encantador en su equilibrio: manteles blancos, tapices distintos, una terraza donde el tiempo parece y puedes observar a la gente que visita el parque. La carta, pensada para compartirse sin prisa, celebra lo bien hecho y lo bien servido.
En nuestra visita, por obvias razones teníamos que comenzar con unas papas a la francesa que, aunque suenen simples, eran espectaculares: doradas, crujientes y en buena cantidad. El tipo de papas que se recuerdan días después. Luego llegó la tostada de aguacate, y aquí el secreto fue pedir la salsa picante especial de la casa: un detalle que transforma el plato.
También probamos las verduras rostizadas, sabrosas y al punto, pero lo que más me gustó fue la calabacita rellena de ratatouille: una reinterpretación suave y golosa, con una salsa agridulce que bien podría ser un platillo en sí misma. Ojo: el menú tiene muchas otras opciones con proteína animal como ostiones frescos de Baja California o ceviche de róbalo con aguacate, pepino y manzana verde o el imperdible Fondue de queso, el cual se distingue por estar preparado con una variedad de quesos provenientes de los Alpes Franceses – que está disponible solo para las cenas a partir de las 19:00 pm -, pero para quien haya leído antes mis reseñas, se habrá dado ya cuenta que siempre te voy a recomendar las mejores opciones veggies de cada lugar.
Para beber, un spritz de frutos rojos de autor, fresco, equilibrado, un acompañamiento ideal. El cierre dulce fue doble: un pastel de chocolate profundo, con ese porcentaje de cacao que se siente en el cuerpo, acompañado de una bola de helado, y un merengue con frambuesas que hace lo que debe hacer un postre al final de una comida memorable: dejarte contento.
Más allá de la comida, Bistrō 44 es también una declaración de principios: no es “comida francesa”, como dice el chef Core, sino la comida de un chef francés en México, con toda la carga cultural, emocional y creativa que eso implica.


Una recomendación: si pueden, vayan los miércoles, cuando hacen su noche de mejillones à la Marinière con papas a la francesa sin límite. O mejor aún, reserva un lugar en La Mesa del Chef, una experiencia mensual donde el equipo de cocina se lanza al vacío de lo inesperado. La Mesa del Chef ofrece dos dinámicas: la primera es reservar y dejarse sorprender por el menú (con o sin maridaje) y adentrarse en una plática con compañeros desconocidos de mesa. La segunda es que la actividad se puede reservar para grupos privados de mínimo ocho personas, una actividad ideal para cualquier tipo de festejo.
Av. Emilio Castelar 44-3, Polanco (entrada por Aristóteles)
@bistro44_polanco