La Barraca Valenciana es un local chiquito a unas cuadras del Centro de Coyoacán. Abrió en 1988 y su especialidad son la comida española y las tortas, que también tienen un toque español. Con eso y con que es económico uno ya tiene razones suficientes para ir a comer.

El primer dueño de La Barraca Valenciana fue José García, a quien todos conocían como “el tío”. Él es el responsable de que el pequeño restaurante se convirtiera en un lugar de culto para para comer paella (que sólo sirven los domingos), carne, marisco y, por supuesto, tortas, que es lo que más venden. En 1992 se mudaron a su ubicación actual y con el cambio de local también hubo un ajuste en la administración. Después de trabajar en varios restaurantes de España y México, el chef José Miguel García decidió tomar las riendas del negocio familiar para mantener su buena reputación.

La decoración de La Barraca Valenciana es modesta, quizá lo único que delata su menú es un barril y una barra de madera que simulan un típica taberna española. En una de las paredes hay un cuadro con la foto del chef que en letras grandes dice El rey de los entrepanes y eso es una señal de que hay que ver el menú de tortas. 

Las tortas en La Barraca Valenciana

Son grandes. Pero a diferencia de las que venden en otras torterías de la ciudad, no van repletas de insumos. Más bien obedecen a la receta valenciana del entrepan, donde el comensal debe percibir el sabor de cada ingrediente. La “Del mar”, por ejemplo, está rellena de calamar, chimichurri y una mayonesa especial hecha en casa. No necesita más ingredientes para que uno sienta que de verdad está comiendo algo que vino del mar. Eso sí, antes de las tortas uno puede pedir una sopa del día que corre a cuenta de la casa.

La Barraca Valenciana

Curro (sobrasada, pollo y queso)

tortas

Girona (lomo de cerdo, tocino y queso)

torta de milanesa

La Ponedora (huevo con jamón)

Nosotros hemos probado casi todas. Esta vez pedimos la clásica torta de milanesa con queso y otra valenciana que va rellena de chorizo, jamón serrano y queso. Y como esto no es España, en todas las mesas hay un platón con chiles y demás verduras encurtidas hechos en casa. Son deliciosos incluso de botana.

Para beber hay cerveza Espanta Pájaros, el trago de la casa, que es creación del chef. Aunque si uno quiere algo un poco más tradicional, también hay sangrías, calimochos y tintos de verano.Es un buen lugar en Coyoacán.

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