Fotos: Rashid Makhlouf
Ésta es la historia de un final. Dicen que para que algo empiece otra cosa tiene que acabar. Por eso ésta es la historia de un final lleno de principios. Pedro y el Lobo se despide después de 13 años de compartir música simple y honesta. Deja de existir la disquera, pero sigue su legado folk-indie-ambient que sirve de escape sonoro dentro de la inmensa Ciudad de México.
Diego Morales, co-fundador de Pedro y el Lobo, nos cuenta que su mayor aprendizaje -”aunque suene cursi”, dice entre risas- es que el éxito no tiene por qué medirse en torno a convenciones de la industria sino a tus propios ideales. La disquera no siempre fue redituable económicamente desde una mirada empresarial, pero las ganancias fueron enormes: amistades, noches de conciertos íntimos, los recuerdos y el crear una nueva escena en la ciudad alrededor del ambient y el folk.
Sonidos que aun siendo creados, interpretados o editados en una de las capitales más grandes del mundo, proponen un bosque de texturas acústicas. Si quieren transportarse a este lugar por un ratito, escuchen la playlist que les hicimos.
El 28 de octubre organizaron un concierto de despedida al que asistieron prácticamente todos sus artistas: Jesse Beaman, Hearing Aid Beige, Joaquín García, Lázaro Cristóbal Comala, Matt Kivel, Moonatic, Page Sounds y The Go Rounds. Además de Elisabeth Pixley-Fink y Midnight Folks (Santiago Parra). Algunos artistas son de aquí, otros viajaron desde Inglaterra, Estados Unidos o Durango. Fue en una casa dentro del bosque en Contadero (zona de la ciudad en la que empezó el proyecto). Hubo llanto, risas, diez horas de música, quesadillas y una ofrenda en recuerdo a Ryan Karazija quien falleció el año pasado y fue miembro de Low Roar, uno de los artistas internacionales más importantes de la disquera.
Pedro y el Lobo sigue siendo un estudio de grabación ubicado en la Condesa. Ya no harán labores de promoción y difusión, pero seguirá siendo casa de artistas para grabar así como organizar conciertos chiquititos (para 20 personas). Además es una casa creativa de audio que graba documentales, podcasts, historias originales en audio.
Sus artistas tienen propuestas que valen mucho la pena escuchar y que sabemos encontrarán la forma de volver a dar concierto muy pronto en la Ciudad de México.
Un proyecto que nació en Michigan y le tiene un cariño muy especial a México. Su cantante Grahan Parsons tiene una de las voces más bellas y flexibles que hayamos escuchado en vivo. Cuatro músicos que llevan el espíritu americano del folk, la psicodelia, el soul y el blues a otro nivel. Un rock n’ roll impecablemente ejecutado y profundo que seguramente va a seducirte.
A Lázaro a veces no le da la gana ser feliz. Se ríe de las tragedia con un aire que combina algo de Johnny Cash, Juan Rulfo, el desierto de Durango y tolvaneras.
Joaquín es una de las piezas clave de Pedro y el Lobo. Tiene canciones honestas que llenan el corazón. Según Pedro y el Lobo: “Su voz fluye entre susurros y rugidos, suena como el eco de otros tiempos, cuando la música no era industria, sino una colección de ritmos y melodías alrededor de una fogata.”
Podríamos seguir con esta lista de talentos, pero mejor vayan a su sitio web y descúbranlos con tiempo. Esperamos que sea el principio de una nueva aventura musical con olor a bosque y fogata.
