En diciembre de 1989 la Ciudad de México perdió uno de sus puntos de encuentro underground más importantes. Tras años de fiestas y propuestas culturales de cine, teatro, música y activismo a favor de la comunidad LGBT, el bar gay El Nueve cerró su puertas.

En El Nueve se presentaron los mejores grupos de rock del momento como Las insólitas imágenes de Aurora que después fue Caifanes. Personalidades como Emmanuel Lubezki, Silvia Pinal y Carlos Monsiváis bailaron al ritmo de la música del new wave, el punk y las nuevas experiencias techno que apenas llegaban a México a través de este lugar, y Pedro Meyer logró registrar instantes únicos allí: un beso apasionado de dos hombres, gente bailando, manoseos, el fotógrafo retrató lo que pudo de la esencia del Nueve.

El Nueve

@Pedro Meyer

El Nueve

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@Pedro Meyer

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Como acto nostálgico, Henri Donnadieu, el creador detrás de ese mítico lugar, decidió abrir otro bar en la Zona Rosa. El 9 de Amberes es ahora el nombre del lugar que maneja. La idea es la misma: un bar gay, luces de neon y música disco. Cada día una experiencia diferente, lleno de personajes más que de personas.

A diferencia de otros bares gays del centro, en el 9 de Amberes uno puede mantener una conversación sin gritar o disfrutar de la excelente selección musical en la pista. El espacio esta pensando para tener, también, uno que otro espacio escondido, que dicen ser especialmente para el ligue.

9 de amberes

En el 9 de Amberes uno puede ser parte de las noches de voguing o de perreo y asistir a los shows drags. Uno puede esperar gente disfrazada y disfrutando de sus alter egos nocturnos. Los que conocieron las fiestas de El Nueve de Henri Donnadieu saben que cualquier fiesta que lo tenga de anfitrión será un excelente lugar para estar. Aquí, como en el viejo bar El Nueve uno puede deshacerse de ataduras, todos son bienvenidos.
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