En 2019, Rolex galardonó a la bióloga molecular Miranda Wang con el Premio Rolex a la Iniciativa, por un emprendimiento tan ingenioso como valiente y pragmático para enfrentarse al problema más preocupante de la actualidad: la gestión de los millones de toneladas de contaminantes plásticos que se producen cada año en el mundo y de los cuales llega a reciclarse una proporción mínima.

Ceremonia de entrega de los Premios Rolex, Smithsonian American Art Museum, Washington D.C., 14 de junio de 2019. Izquierda: Laureada en 2016 Christine Keung y Laureada en 2019 Miranda Wang. Foto: © Rolex/Bart Michiels.

Wang, científica canadiense de origen chino, ha estado cerca de la naturaleza desde la infancia. Cuando estaba por concluir la primaria descubrió una pista de lo que haría en adelante para la conservación de ese mundo fascinante: se unió a un club de reciclaje, en el que conoció a Jeanny Yao, quien se convertiría en su mejor amiga y, después, en la cofundadora del proyecto en el que hasta hoy trabajan en conjunto. Durante su infancia, en una excursión escolar, visitaron una planta de reciclaje; y años después, en el río Fraser—el más largo de Columbia Británica— descubrieron, con un equipo de científicos más experimentados, dos tipos de bacterias que eran capaces de hacer lo que, hasta entonces, parecía imposible: podían descomponer e incluso consumir residuos plásticos.

La acumulación de plásticos es uno de los problemas más preocupantes de la actualidad. Cada año se producen 340 millones de toneladas de plástico en el mundo, y sólo 9% se recicla. Cada bolsa, vaso y popote que se ha fabricado permanece en el planeta, íntegro o en pedazos más pequeños que obstruyen ríos y vertederos o que se acumulan en grandes islotes en el océano, contaminando asíla atmósfera, el suelo y el agua. Si la tendencia continúa, en 2050 habrá más plástico que peces en el mar. Por eso, el descubrimiento de organismos capaces de desintegrar los contaminantes plásticos resultó tan prometedor para la Laureada.

Ceremonia de entrega de los Premios Rolex, Smithsonian American Art Museum, Washington D.C., 14 de junio de 2019. Izquierda: Laureada en 2016 Christine Keung y Laureada en 2019 Miranda Wang. Foto: © Rolex/Bart Michiels.

Wang y Yao, decididas a llevar este hallazgo a la investigación en laboratorio, convencieron a la Universidad de Columbia Británica de brindarles apoyo, con la idea de encontrar alguna manera de expandir el proyecto, y de encontrar una solución química más rápida y eficiente que la que ofrecían las bacterias en la naturaleza. Más adelante, entre 2015 y 2019, Wang se dedicó al levantamiento de capital y, con cinco millones de dólares, consiguió fundar, junto con Yao, la empresa de reciclaje químico Novoloop (antes BioCellection) en Silicon Valley, California.

Miranda Wang y Jeanny Yao – Juntas fundaron BioCellection para ayudar a resolver el problema mundial de los residuos plásticos. Foto: © Rolex/Bart Michiels.

La compañía de Wang nace, entonces, con la conciencia de que todo en el mundo se encuentra interconectado y de que es imperativo tener una perspectiva circular. Someten los residuos a un proceso químico tras el cual pueden descomponer el plástico de polietileno (PE) —que representa una tercera parte de todo el plástico que se produce— en los precursores químicos utilizados para la construcción de materiales. El proceso es más barato y eficiente que la extracción de esas mismas sustancias provenientes de recursos de combustibles fósiles, lo que significa que no sólo se están descomponiendo residuos que de otra manera se acumularían en el planeta, sino que se les está dando un nuevo valor en el mercado. Hasta este año, la meta de Novoloop era eliminar unas 4,600 toneladas de emisiones de CO₂, resultado tanto de la producción de estas como de la quema de plásticos en vertederos.

Hay un dato adicional de gran importancia: cuando hablamos de que sólo 9% de los plásticos que se fabrican cada año pasan por un proceso de reciclaje, los primeros que quedan de lado son los plásticos de un solo uso, los residuos contaminados y sucios, además de los tipos que directamente no se consideran reciclables. Pues bien, la empresa de Wang se dedica con especial entusiasmo a ese tipo de plásticos que, además de transformarse en químicos para la fabricación de productos muy diversos, llegan también a artículos de consumo cotidiano, como el calzado o los insumos para la impresión 3D, o en la industria automotriz.

Los fardos de residuos clasificados se elevan sobre Miranda Wang en las instalaciones de recuperación de residuos ecológicos de California. Foto: © Rolex/Bart Michiels.

Wang observa la ola de plásticos y, más que sentirse intimidada, la enfrenta cada día con una perspectiva de circularidad. Está convencida de que la creatividad de nuestra especie siempre ha perseverado durante las crisis: “El ser humano —dice— tiene una increíble habilidad para innovar y salir adelante en los momentos decisivos. Y éste es uno de esos momentos”.

Inspiración Verde es una serie de artículos desarrollados por Local.mx para mostrar proyectos medioambientales relevantes. En colaboración con la Iniciativa Perpetual Planet de Rolex, nuestro objetivo es generar conciencia, inspirar a nuevas generaciones e impulsar las buenas ideas que mejoran la vida en la tierra. Conoce más sobre estas Iniciativas en rolex.org. #Rolex #PerpetualPlanet #RolexAwards #InspiraciónVerde.