Hace tiempo compartimos con nuestros lectores la historia de Francesco Sauro, geólogo y espeleólogo, laureado de los Premios Rolex a la Iniciativa en 2014, quien se había dedicado a descubrir los secretos más asombrosos de la Tierra en las entrañas de los tepuyes de Colombia, Brasil y Venezuela. En aquella época, el explorador italiano se sintió atraído por un fenómeno que urgía su atención: el derretimiento veloz de los glaciares.

Cuevas de Oköimo Yeuta en Auyantepui, Venezuela, yacimiento estudiado por Francesco Sauro. Foto: ©Alessio Romeo

Acompañado por el equipo de La Venta, una asociación conformada por espeleólogos experimentados, Sauro no tuvo que trasladarse a los confines de la Tierra para estudiar de cerca este fenómeno, sino mucho más cerca, a las inmediaciones de uno de los destinos de esquí más celebrados de todo el mundo: los Alpes suizos —el corazón helado de Europa— hogar de impresionantes masas de hielo que ya están viendo los efectos del cambio climático a una velocidad cada vez mayor.

Sauro comenzó su trabajo en el glaciar Gorner, el segundo más grande de la cadena montañosa y que, con el resto de estas imponentes formaciones milenarias, ha entrado en una fase de derretimiento que parece irreversible. El objetivo, más allá de la observación del fenómeno, fue comprender las dinámicas del agua de fusión, información que permitiría contestar preguntas clave que, hasta entonces, no tenían respuesta: ¿cómo y por qué se derriten los glaciares?, ¿a qué velocidad está ocurriendo?, ¿cuánto calor está entrando a su interior?, ¿cuál es el tamaño de la emergencia? Para averiguarlo fue necesario que Sauro y su equipo se internaran en las cavernas de hielo, con el objetivo de mirar debajo de la superficie y recabar información que hasta ahora no se ha tenido en cuenta al estudiar la pérdida de los glaciares.

Francesco Sauro desciende a una cueva de pozos en la cima del glaciar Gorner, en Suiza. Foto: ©Rolex / Alessio Romeo

Aunque estos parajes nevados son de una belleza prodigiosa, la realidad es que sumergirse en sus cavernas no está exento de peligros: durante el verano, cuando el deshielo está en su punto máximo, el agua fluye constantemente y las paredes pueden colapsar de un momento a otro. Por eso, Sauro y su equipo deben calcular con cuidado cada paso y utilizan tecnología que pueda obtener observaciones más allá del alcance humano, cuando determinan que el riesgo es demasiado alto. Hacen uso de drones a prueba de choques, los cuales recorren los rincones más remotos de los túneles y cavernas, ayudados por un sistema de luz y fotogrametría. El levantamiento de imágenes ha ayudado, mediante escáneres láser, a trazar mapas tridimensionales detallados del interior de estas formaciones de hielo y roca, los cuales podrán contrastarse con mediciones posteriores para definir cuánta masa se ha perdido en un periodo determinado.

Al estudiar el comportamiento del glaciar, especialmente durante el verano, Sauro espera tener información sobre cómo el cambio climático está afectando esta región. Foto: ©Rolex / Alessio Romeo

Sauro, sin embargo, considera que los sitios que estudia hoy posiblemente habrán desaparecido en un periodo de un año: “Las cuevas donde trabajamos ahora en la oscuridad se abrirán a la superficie y las rocas verán la luz del sol”. Y esa certeza es lo que hace de su misión una carrera contra el tiempo. La expedición que se llevó a cabo en el verano de 2022 se centró en la intersección de los glaciares Gorner y Grenz, donde se forman cuevas tan largas como profundas entre el lecho rocoso y el hielo. Ahí descubrió que la transferencia de calor ocurre cuando el agua corre entre rocas que el sol ha calentado, se infiltra en los glaciares y eleva la temperatura del entorno a su paso. Las superficies de hielo se derriten gradualmente, en contacto con este torrente, y van dejando al descubierto el sustrato. En un efecto de retroalimentación, cuanta más agua se derrita y se infiltre a las cavernas, más agua se derretirá, lo que, además, pone en peligro a las comunidades que viven en el valle y que están en riesgo de sufrir inundaciones.

Francesco Sauro en el interior de una cueva en la ladera del glaciar Gorner, en Suiza. Foto: ©Rolex / Alessio Romeo

No hay una solución sencilla ante la disminución de los glaciares, pero Sauro asegura que continuará con su trabajo de investigación con la paciencia y perseverancia que la misión demanda, y la información que arrojan sus expediciones permitirá comprender el mundo a largas escalas de tiempo geológico y cómo funcionan sus entornos más vulnerables.

Inspiración Verde es una serie de artículos desarrollados por Local.mx para mostrar proyectos medioambientales relevantes. En colaboración con la Iniciativa Perpetual Planet de Rolex, nuestro objetivo es generar conciencia, inspirar a nuevas generaciones e impulsar las buenas ideas que mejoran la vida en la tierra. Conoce más sobre estas Iniciativas en rolex.org.

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