volver a caminar
28 de febrero 2022
Por: Patricia

Se puede volver a caminar

La neuroprótesis desarrollada por Grégoire Courtine permitirá que los pacientes con lesión medular puedan volver a caminar.

Inspiración Verde es una serie de artículos desarrollados por Local.mx para mostrar los proyectos medioambientales más relevantes. En colaboración con la iniciativa Perpetual Planet de Rolex, nuestro objetivo es generar conciencia, inspirar a nuevas generaciones e impulsar todas las buenas ideas que mejoran la vida en la Madre Tierra. Rolex está apoyando a organizaciones e individuos inspiradores en una misión para hacer al planeta perpetuo. #PerpetualPlanet. Para más información visita rolex.org.

A lo largo de 2022 compartiremos —como hicimos cada mes del año pasado— algunos de los proyectos acreedores de los Premios Rolex a la Iniciativa. Este reconocimiento se otorga a los pioneros que, a lo ancho de nuestro planeta, ponen todo su ingenio y energía en solucionar los más acuciantes problemas del presente, y lo hacen mediante una perspectiva singular, con arrojo y con la mirada puesta en un futuro mejor para todos. Además de celebrar su empeño y creatividad, los Premios Rolex a la Iniciativa buscan ser el impulso necesario para llevar los proyectos un paso adelante y que continúen creciendo y expandiéndose en diferentes ámbitos: medio ambiente, patrimonio cultural, ciencia y salud, exploración y tecnología aplicada.

Para la primera entrega de este año hemos elegido la historia del neurocientífico francés, residente en Suiza, Grégoire Courtine —Premio Rolex a la Iniciativa 2019—, quien ha dedicado su carrera al desarrollo de una tecnología innovadora que cambiará la vida de las personas que sufren parálisis a causa de una lesión en la médula espinal lumbar y que les permitirá recuperar la capacidad de caminar.

Grégoire Courtine con la osamenta de una espina dorsal en su oficina en Campus Biotech, Ginebra.

Por mucho tiempo se ha considerado que las lesiones medulares que derivan en parálisis tienen un efecto irreversible; por ello, la investigación es escasa y el enfoque más clásico para tratar a los pacientes es la fisioterapia, un proceso que suele ser extenso y que, aunque beneficioso, también tiene un límite en términos del alcance de la rehabilitación.

El trabajo de Grégoire Courtine ha sido publicado en varias de las revistas más importantes de medicina.

Para Grégoire Courtine, sin embargo, ésa no podía ser la última palabra. Apasionado en igual medida de los deportes extremos y por las funciones cerebrales que controlan la locomoción, se sintió inspirado cuando conoció a un joven deportista de su misma edad que había perdido la capacidad de caminar. El trabajo con la Christopher & Dana Reeve Foundation también lo impulsó a dedicar dos décadas de su carrera a la investigación en el campo de las neurociencias. Su objetivo: encontrar un tratamiento novedoso, con una nueva perspectiva, para revertir el daño por lesión medular.

Courtine es profesor en la Escuela Politécnica Federal en Lausana.

En conjunto con un equipo multidisciplinario de terapeutas físicos, neurobiólogos, neurocirujanos e ingenieros, Courtine desarrolló una neuroprótesis que funciona como un puente electrónico que puede restaurar la comunicación entre el cerebro y la médula espinal lumbar.

Grégoire Courtine sostiene uno de los dispositivos electrónicos implantables que simulan el control voluntario de las piernas.

Este puente, que se implanta quirúrgicamente a los pacientes, permite registrar —mediante tecnología inalámbrica— las señales de movimiento del cerebro y envía un estímulo eléctrico a la parte inferior de la médula. Gracias a esto, el paciente puede recuperar el control sobre el movimiento de las piernas, lo que se refuerza con rehabilitación intensiva.

El paciente Mathieu Bauvez, observado por el equipo de Courtine, completa un ejercicio en el Centro Hospitalario Universitario (CHUV), Lausana.

Además, la idea es inducir una recuperación de largo alcance, pues el estímulo eléctrico sobre la médula puede ayudar a su regeneración. En el largo plazo, eso puede significar que se reduzca la necesidad del puente. Es decir, el puente es un primer (gran) paso, pero el trabajo no se detiene ahí: “Seguiré desarrollando un tratamiento para la médula espinal hasta que exista una cura”, dice Courtine.

Grégoire Courtine aconseja a David, un paciente.

Ya se ha demostrado que el puente puede funcionar y está validado en un trabajo preclínico completo. Courtine trabaja con pacientes que ya han dado sus primeros pasos a esta nueva era y aprenden a caminar de nueva cuenta y de manera progresiva con ayuda de un arnés suspendido. De hecho, la labor de Courtine continúa evolucionando de manera sólida, y en los últimos meses, hubo una actualización respecto a su tecnología, que ahora puede estimular la médula espinal para activar el tronco y los músculos de las piernas, una noticia que dio a conocer Nature Medicine.

Aunque este trabajo se realiza en los confines del Centro de Neuroprotésica de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, lo cierto es que en el futuro podría convertirse en un tratamiento habitual y dar nuevas alternativas terapéuticas a pacientes con lesiones medulares.

Inspiración Verde es una serie de artículos que nos llena de emoción. A lo largo del año daremos a conocer los proyectos medioambientales más relevantes que se han llevado a cabo en el planeta bajo la iniciativa Perpetual Planet de Rolex, y contaremos también las historias locales de quienes afrontan desafíos enormes para el medio ambiente.

#InspiraciónVerde

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