Cuando la bióloga Anita Studer —reconocida con el Premio Rolex a la Iniciativa en 1990— viajó a Brasil, no imaginó que ahí encontraría la misión a la que dedicaría la mitad de su vida: restaurar el hábitat de el mirlo de Forbes del norte de Brasil, cuya existencia estaba amenazada.

Studer creció rodeada por las aves canoras en su natal Suiza, y ese interés la condujo a la profesionalización en ornitología. Cuando buscaba un tema para la realización de su posgrado, viajó a la antigua Selva Atlántica, ubicada en la costa norte de Brasil, donde esperaba asombrarse con la avifauna más colorida, en especial por el mirlo de Forbes Anumara forbesi). Al llegar a esta región, encontró, en cambio, un ecosistema deteriorado por la deforestación, y con el ave de su estudio en peligro de extinción, cuya población había disminuido a solo 300 ejemplares.” El supervisor académico de Studer, en Francia, la urgió a hacer su investigación cuanto antes; se trataba de una carrera contra el tiempo, pues la tendencia indicaba que la especie se habría esfumado al término de una década, junto con la región de bosque en que residía.

En la década de los 80, el mirlo de Forbes (Anumara forbesi), en peligro de extinción, atrapó la atención de la joven bióloga suiza Anita Studer. Decidió reforestar su hábitat, el bosque, para asegurar su supervivencia, permitiéndole basar su másters en el mirlo. Foto: ©Rolex/Diego Bresani.

Si Studer hubiera seguido la ruta más sencilla, la historia terminaría en este punto. En cambio, se decidió por un camino, sí, más largo, pero también más significativo: “Voy a hacer lo contrario —dijo entonces—. Voy a salvar el bosque y después tendré toda la vida para estudiar esta ave”. Han pasado 40 años desde entonces, tiempo en el que Studer no ha cesado de trabajar rumbo a ese objetivo. Pronto se dio cuenta de que para lograrlo debía involucrar a las comunidades locales en la preservación de estos ecosistemas, y esto terminaría beneficiándolos a todos.

El cuidado de las abejas es otra de las habilidades que Nordesta enseña a los habitantes proporcionándoles una fuente de ingresos extra. Estas son abejas nativas Meliponas sin aguijón, las cuales polinizan las flores y fomentan el crecimiento de los árboles. Foto: ©Rolex/Diego Bresani

Su trabajo inició en Quebrangulo, en el estado de Alagoas, donde además de labores de reforestación, Studer se concentró en la protección del agua. En esta región hay 169 manantiales, cuyas aguas abastecen a unas 300,000 personas. La importancia de brindar seguridad hídrica a las comunidades y restaurar el medio ambiente le permitió aproximarse al alcalde de la localidad y gestionar la creación de la Reserva Biológica Federal de Pedra Talhada. Con ayuda de los habitantes del pueblo, comenzó a plantar árboles, los cuales fueron cerrando brechas y conectando tramos aislados de bosque. Para evitar la creación de monocultivos, impulsó la variedad de árboles, lo que significa que deben coexistir unas 50 o 100 especies diferentes, las cuales crecen, en una primera etapa, en viveros creados por el equipo. Hoy se han sembrado unos ocho millones de árboles no sólo en Algaoas, sino, gracias al espíritu contagioso de este movimiento medioambiental, también en otras regiones del país a dónde se ha expandido esta iniciativa. Hoy en día, hay nada menos que 30 proyectos en 15 estados brasileños.

Anita Studer dirige un equipo de Nordesta hacia un manantial para sembrar plántulas a su alrededor. Foto: ©Rolex/Diego Bresani

A la par de esta labor, Studer continúa el trabajo académico, y ha publicado numerosos artículos en revistas de corte científico, principalmente sobre la vida de las aves de Brasil, país que considera su segundo hogar y que en respuesta la ha nombrado “Ciudadana de honor”. Además, fundó, en Ginebra, la organización Nordesta Reforestation & Education, la cual recibe apoyos por parte de patrocinadores europeos. Esto ha permitido la construcción de más de 40 escuelas, además del mantenimiento de proyectos de educación medioambiental, talleres de horticultura, apicultura, carpintería, agroforestería, entre otros conocimientos fundamentales para perpetuar el sentido de protección medioambiental en las nuevas generaciones.

Para Anita Studer (al centro), enseñar a los nños, como estos de una escuela cercana a la Reserva Biológica de Pedra Talhada, cobre el rol de los árboles es necesario para asegurar que su proyecto perdure a largo plazo. “En verdad fue una labor muy grande de educación y conciencia que empezó hace años y necesita continuar”, dice. Foto: ©Rolex/Diego Bresani

Acaso el mayor logro de este movimiento medioambiental, aún en expansión, es el sentido de pertenencia que se ha creado entre las comunidades y los ecosistemas que ahora luchan por proteger. Studer, sin embargo, aún recuerda al pájaro que lo inició todo. El mirlo de Forbes, cuya existencia estuvo seriamente amenazada, hoy alcanza los 3,000 ejemplares.

Nordesta, la organización que fundó Anita Studer para apoyar su proyecto en Brasil, ha establecido viveros como este para suministrar árboles para la reforestación en muchas partes del país. Foto: ©Rolex/Diego Bresani

Inspiración Verde es una serie de artículos desarrollados por Local.mx para mostrar proyectos medioambientales relevantes. En colaboración con la Iniciativa Perpetual Planet de Rolex, nuestro objetivo es generar conciencia, inspirar a nuevas generaciones e impulsar las buenas ideas que mejoran la vida en la tierra. Conoce más sobre estas Iniciativas en rolex.org. #Rolex #PerpetualPlanet #RolexAwards #InspiraciónVerde.