Inspiración Verde es una serie de artículos desarrollados por Local.mx para mostrar los proyectos medioambientales más relevantes. En colaboración con la iniciativa Perpetual Planet de Rolex, nuestro objetivo es generar conciencia, inspirar a nuevas generaciones e impulsar todas las buenas ideas que mejoran la vida en la Madre Tierra. Rolex está apoyando a organizaciones e individuos inspiradores en una misión para hacer al planeta perpetuo. #PerpetualPlanet. Para más información visita rolex.org.

Hay veces —tormenta, temblor, granizo— en que la naturaleza brama; en ocasiones más discretas, el silbido del viento agita los árboles y hace saltar hojas secas; un pájaro canta o un mosco imposible zumba a medianoche. Hay un mundo hecho de raíces y agua, de truenos y plumaje que, a su manera ruidosa o sutil, inquieta o inmóvil, emite sonidos que hay que aprender a escuchar.

Un hombre lo aprendió sumido en los bosques más deforestados de nuestro planeta. Topher White, ingeniero estadounidense y laureado asociado de los Premios Rolex a la Iniciativa 2019, se dio cuenta de que los árboles podían dar la voz de alarma ante los taladores, cazadores furtivos y otras amenazas. Pero debían hacerlo en su idioma. Por eso descartó la instalación de cámaras y optó por el uso de forest guardians: teléfonos móviles —celulares reciclados— que funcionan con energía solar y que están equipados con micrófonos muy sensibles.

escuchar el idioma de la naturaleza
En lo alto de la copa de un árbol en la Reserva Canandé, en Ecuador, Topher White instala uno de los “Guardianes del bosque”. Foto: ©Rolex/Stefan Walter
escuchar el idioma de la naturaleza
Topher White prueba un “Guardián del bosque” que instaló en la reserva Canandé para detectar la tala forestal. ©ROLEX/STEFAN WALTER

“La verdadera esencia del bosque está en sus sonidos”, dice White, y estos “guardianes del bosque” son sus oídos. Detectan y transmiten señales de alarma, como el ruido de la motosierra, lo que permite detener en el acto la tala ilegal, pero también recaban todos los murmullos aledaños, que se ponen a disposición de la comunidad científica para su análisis.

Rainforest Connection, la ONG de Topher White, tiene como principal objetivo la detección de las actividades ilegales que más amenazan la salud de los bosques, y esa información se analiza con inteligencia artificial y técnicas de big data. Sin embargo, todo el archivo de sonidos de aves y otras especies es una herramienta muy valiosa para monitorear el estado de la biodiversidad en diferentes bosques tropicales, principalmente en Centroamérica, Asia y el Amazonas.

Topher White y algunos guardabosques se preparan para escalar árboles e instalar los dispositivos de escucha. Foto: ©Rolex/Stefan Walter

Mira el video de Topher White en el Chocó, en Ecuador, para conocer más sobre su trabajo y la manera en que impacta, también, a las comunidades aledañas a los bosques:

Este proyecto, asombrosamente sencillo en esencia, brinda una enorme complejidad de datos y, sobre todo, un beneficio inmediato. Son acciones como ésta, de resultados tangibles y espíritu sincero, las que más apoyo necesitan para crecer y perpetuarse.

Escuchar de cerca, desde cualquier lugar

En la naturaleza, de acuerdo con Topher White, “hay un intercambio de sonidos repleto de información”. Y aun metidos en esta ciudad, en que la mirada se detiene en bloques de concreto, hay oportunidades para escuchar y descifrar lo que oímos.

Los audios del “Guardián del bosque” se suben a la nube en tiempo real. Foto: ©Rolex/Stefan Walter

En este espíritu, el artista mexicano Ariel Guzik crea obras tan singulares como fascinantes, capaces de acercarnos a los lenguajes de la naturaleza (o alejarnos por un instante de nosotros mismos y nuestra urgencia verbal). Mediante el trabajo colectivo del Laboratorio de Investigación en Resonancia y Expresión de la Naturaleza, su obra explora los sonidos de los cetáceos o las plantas, el cosmos o los insectos. Lo grande y lo pequeño tienen (quizá) sus propios códigos y generan una música propia, inusual, separada de las pautas habituales, en la que el ritmo lo marca el mundo. Es una invitación a pensar en el equilibrio de los ecosistemas que, como piezas de relojería, dependen de que cada elemento esté en su sitio para un funcionamiento perfecto.

Laúd Plasmaht, un instrumento concebido para dar voz a las plantas ante la presencia de otras plantas y a un público humano. Obra de Ariel Guzik. Foto: Laboratorio de Investigación en Resonancia y Expresión de la Naturaleza.

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Inspiración Verde es una serie de artículos que nos llena de emoción. A lo largo del año daremos a conocer los proyectos medioambientales más relevantes que se han llevado a cabo en el planeta bajo la iniciativa Perpetual Planet de Rolex, y contaremos también las historias locales de quienes afrontan desafíos enormes para el medio ambiente.

#InspiraciónVerde