A dos cuadras del ajetreo de Insurgentes, el parque San Lorenzo es como un portal a una ciudad más chica. Parece que el tiempo transcurre más lento entre su capilla con techo diseñado por Felix Candela, sus cafecitos, heladería, área de juegos para perros y su local de pasta La Sopa Italiana. Este negocio lleva ahí casi 40 años y tiene un lugar especial entre las cocinas de los vecinos de la colonia Tlacoquemécatl del Valle.

Se trata de local pequeñito con estantes llenos de pasta de una interminable variedad de tipos, formas y colores: codo, spaguetti, linguini, fusilli, moño farfalle, rigatoni, serpentina, tallarín… También hay pasta fresca como canelón, lasaña, ravioli de queso con espinaca y carne. Su catálogo es muy amplio.

Entre tantas opciones, ¿qué escoger? Claro, depende del antojo y la ocasión. Aunque la especialidad son los ravioles y los tallarines. De estos últimos hay opciones convencionales (huevo, jitomate o espinaca), algunas menos habituales (zanahoria, betabel, calamar o champiñón) y otras ya abiertamente excéntricas (chile poblano, mole o habanero). No está de más preguntar por las creaciones de temporada que a veces sorprenden. Sandra, la persona que nos atendió, es muy amable y está dispuesta a explicar cualquier duda que los visitantes puedan tener sobre cómo elegir su pasta ideal. 

Además de la pasta, venden algunos productos frescos y de abarrotes para prepararla en casa o complementarla. Hay salsas (arrabiata, boloñesa, de champinión, cuatro quesos, putanesca…), arracadas de pan, queso parmesano, aceite de oliva, galletas, crema, mantequilla, entre otros.

El secreto de su adictivo sabor centenario está en sus ingredientes naturales y en su proceso 100% artesanal. La pasta se sigue haciendo como antes. De hecho, toda se elabora en la fábrica que tienen en Satélite. Ahí mismo mezclan los ingredientes y ponen la pasta a secar por 8 días. Nos explicaron que una de las claves está en no poner demasiada agua, ya que la pasta se bate. Por otra parte, hay que tomar en cuenta el clima; un día muy frío puede hacer que se quiebre la masa. Aunque la receta sigue siendo similar a la de hace más de 100 años, cada día hay pequeñas cantidades que ajustar. En su tiktok se pueden ver videos del proceso. 

¿Sus precios? El kilo de pasta seca está en aproximadamente $180 pesos y el de lasaña preparada en $170 pesos. Hay que tomar en cuenta que son producciones pequeñas elaboradas casi completamente a mano. 

Más de 100 años de pasta

La Sopa Italiana empezó en 1895, fue fundada por Elvira Gorletti de Fontana y su hijo Emilio Fontana Gorletti, nacidos en Milán, Italia. Al llegar a México abrieron un negocio relacionado con alimentos italianos en la calle de Ayuntamiento 12, en el Centro.

Ernesto Vallet Barbosa y su esposa Iliana Alamo son los dueños actuales y siguen siendo de la misma familia. Cuentan con tres sucursales: Satélite (que también es la fábrica), La Villa y Colonia del Valle. Nos confesaron que mantenerse en pie después de tantos años no ha sido fácil pero gracias a clientes entusiastas de la pasta, además de restaurantes, hoteles y salones de eventos han podido mantener esta tradición familiar.

La Sopa Italiana se encuentra en la esquina de Fresas y San Lorenzo, en la colonia Tlacoquemécatl del Valle. Abren de 10:30 am a 5:30pm de lunes a viernes, y de 10:30 a 4pm los sábados. También atiende pedidos a domicilio.