cubiertos desechables
25 de septiembre 2018
Por: Andrea Cinta

El IPN encontró la fórmula correcta para hacer cubiertos comestibles

Un equipo de científicos del Instituto Politécnico Nacional desarrolló una fórmula para fabricar cubiertos comestibles a base de salvado de arroz.

En el terreno de la contaminación las soluciones deben ser creativas. No basta con eliminar un deshecho si no hay un sustituto práctico a la necesidad. Tampoco basta que ese producto, amable con el ambiente y orgánico, resulte inaccesible para la mayoría. Una respuesta útil es encontrar lo que ya producimos y podríamos aprovechar mejor. El salvado de arroz está formado por la cubierta que quitan de los granos cuando los refinan para consumo humano. Toda esa cáscara, en México se utilizaba sólo para alimentar animales, hasta este invento de un equipo de científicos que desarrolló el primer set de cubiertos comestibles con salvado de arroz. La textura es muy resistente y aportan nutrientes como antioxidantes, vitaminas y aminoácidos.

En México utilizamos demasiados cubiertos desechables. A veces en las fondas o en los tacos los dan para no tener que lavar cubiertos metal. Y cuando pedimos comida para llevar, casi necesariamente los incluyen, los pidamos o no. Hay una frivolidad al respecto que en pequeñas dosis hace daño al planeta. Los cubiertos no están culturalmente mal vistos como, digamos, los popotes. 

En general, el salvado se destinaba sólo a los animales porque se descompone muy rápido, así que uno de los principales retos era lograr que se oxidara más lento. Adrián Quintero Gutiérrez, Javier Villanueva Sánchez, Guillermina González Rosendo y Víctor Alcántar Rodríguez, investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) crearon la fórmula correcta. Suficientemente fuerte para platillos y bebidas calientes, por ejemplo. Los cubiertos tienen una vida limitada, pero no son de un solo uso.

Por ahora sólo fabrican cucharas; el siguiente paso es crear un molde para producirlas en serie y añadir otros elementos, una vez que pasen la fase de prueba.

En el equipo de trabajo del Centro de Desarrollo de Productos Bióticos (Ceprobi) del IPN, hay 3 doctores, 3 maestros en ciencias, 5 licenciados en nutrición y un médico, además de los estudiantes que se integran en cada fase. Al principio, la idea clara era la producción de cubiertos comestibles, pero ahora también contemplan otros productos con salvado. Crearon, por ejemplo, una botana de totopos con harina y salvado, y un mazapán.

Lo más importante para los investigadores es crear productos que respondan a las necesidades sociales, pero en especial, a los recursos disponibles. La contaminación es por supuesto un problema importante; el plástico de los cubiertos desechables, además del tiempo que tarda en descomponerse, al hacerlo, libera sustancias tóxicas. Utilizar salvado de arroz para reducir la contaminación no es fortuito; el arroz del estado de Morelos recibió hace poco la denominación de origen. Así que consumimos arroz certificado y de calidad, con una cáscara que tiene más usos que el de comida para los animales.

Los cubiertos continúan en prueba y los investigadores esperan que muy pronto puedan comercializarse. Los mazapanes ya fueron aprobados y están siendo analizados clínicamente para el registro de la patente; pronto estarán a la venta. También los totopos horneados con harina y salvado de arroz.

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