Trick eye
28 de enero 2019
Por: Diego Cera

Trick Eye, un “museo” de realidad aumentada (mini parque de diversiones para los ojos)

El museo Trick Eye es todo interactivo y está lleno de ilusiones ópticas pop. Es el primero en su tipo en toda América Latina.

Trick Eye, más que un “museo”, como ellos le llaman, es una galería de contenidos que buscan asombrar al visitante, y con varias piezas lo hacen. Digamos que es un mini parque de diversiones para los ojos y para pasarla bien un ratito. Desde el lobby uno se siente raro, como incapaz de saber si le gusta o no lo que está viendo. Un dinosaurio sostiene las puertas de los elevadores y luego un tiburón parece caer encima de quien se para frente a él… La vista rápidamente entra en un estado de alerta.

Probablemente lo más “normal” de este museo sea la plaza que lo rodea, Antara y, por supuesto, los elevadores que las personas tienen que usar para llegar allí. Para iniciar el recorrido y sacarle el mayor provecho hay que instalar una app (que descargas aquí o aquí) allí mismo. Esa aplicación hace que el museo se convierta en una experiencia de realidad aumentada, aunque todos los escenarios tienen ilusión óptica trompe l’oeil, que en francés significa “truco del ojo”. Así, al pararse en el punto correcto, el suelo puede convertirse en un abismo cubierto de lava o las paredes en un enorme glaciar repleto de animales u otras maravillas.

Prácticamente el 95 % de los murales del museo esconde un truco que sólo es revelado cuando la cámara del celular los enfoca. Hay temas en cada mural, como fantasías acuáticas, un dragón que lanza fuego a quienes se sientan en su lomo o un unicornio sobre el que uno “vuela”. En otro punto, la sala se convierte en una selva con dinosaurios y osos pandas que saltan hacia uno en cuanto los enfoca la cámara del celular. De hecho, a Trick Eye hay que ir con amigos porque si no el entusiasmo de la realidad virtual pierde fuerza. Está diseñado con decenas de photo opportunities. 

La directora de Trick Eye, Micaela Moon, es japonesa, y ello dice mucho de por qué parece un tanto turístico para el propio mexicano (hay una sala de “día de muertos”), pero también de por qué sabe perfecto cómo usar el trompe l’oeil. 

México es el primer país en América Latina que tiene un museo de realidad aumentada como este. Es ya obvio que el presente de la cultura pop exige que las cosas y el arte sean también contenido, es decir, que se muevan, que hagan cosas, que sean interactivos. Trick Eye opera bien bajo esta premisa de que hay más de lo que es inmediatamente evidente, y por lo tanto uno puede pasarla muy bien.  

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