chacharas en cu
5 de junio 2018
Por: Carolina Peralta

¡Tianguis monumental!: vende, compra, intercambia chácharas en CU

¡Atención chachareros, artistas, recolectores, marchantes, garnacheros, coleccionistas y público en general!: se les invita al Centro Cultural Universitario a intercambiar, mercadear y desplazar obras de arte o cualquier artículo de culto que valga entre $1 y $30 pesos.

En septiembre de 1997 la Escuela de Diseño del INBA invitó a Melquiades Herrera a exponer sus piezas de arte. En lugar de eso, el artista con talento de merolico montó dentro de la escuela un puesto ambulante con objetos de su colección, todos a la venta entre $1 y $30 pesos. A la acción la llamó The Museum of Modern Art. Store Stand.

Como parte de la exposición Reportaje plástico para un teorema cultural, que estuvo en el MUAC desde marzo y está pronto a acabar, se convoca a todos los chachareros, artistas, recolectores, marchantes, garnacheros, coleccionistas y público en general a intercambiar, mercadear y desplazar obras de arte o cualquier artículo de culto que valga entre $1 y $30 pesos.

Todos están invitados a ponerle precio a sus objetos, a vender lo que tengan que vender: chácharas, arte, artesanías, cacahuates o paletas. Sólo hay que llegar temprano para apartar lugar en la gran lona, donde se repartirán espacios de 1.50x 2 metros a partir de las 12 del día en la entrada del Museo Universitario Arte Contemporáneo. Cada persona se hace responsable de su espacio y objetos.

Melquiades y los objetos

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Entre otros títulos, a Melquiades le llamaban “el peatón profesional” o “el rey de puestos de bromas”. Y es que sus disciplinados recorridos por todos los tianguis y mercados de la ciudad, Melquiades fue comprando uno a uno, y durante su vida entera, los elementos de su tremenda colección de objetos populares que, más allá del fetiche, sólo él comprendía en su justa dimensión. Sus ojos estrábicos tenían la capacidad de diseccionar cualquier objeto que se le cruzara en el camino y usarlos como herramienta para sus fines artísticos, que eran los fines más cotidianos.

Reportaje plástico para un teorema cultural es una clara muestra de su relación con los objetos. La exposición es sin duda una de las mejores cosas que le han pasado al arte en México en lo que va del año. Es precisamente en su tamaño –un diminuto espacio en este monumental museo– donde se revelan las cualidades de su escurridiza práctica artística.

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