22 de agosto 2019
Por: Andrea Cinta

Es hora de que nadie se pierda las siguientes ediciones de la Sociedad de Científicos Anónimos

La Sociedad de Científicos Anónimos acaba de cumplir 3 años y por eso les queremos dedicar esta pequeña revisión de trayectoria.

La querida Sociedad de Científicos Anónimos acaba de cumplir tres años y lo celebró con más asistentes que nunca. Este cafe scientifique (tropicalizado) es una de las actividades más radiantes de la cartelera de esta inagotable ciudad, y por eso les queremos dedicar esta pequeña revisión de trayectoria. A los que no los conozcan, llegan tres años tarde a esta fiesta neuronal, pero están más que a tiempo. Se está poniendo bueno.

La edición del 3er aniversario de la Sociedad de Científicos Anónimos

La Sociedad de Científicos Anónimos inició con Andrés Cota Hiriart, un biólogo mexicano apasionando de las letras (y por lo tanto gran divulagdor científico) y Natalia Jardón King, que estudió genética antes de darse cuenta de que su pasión era el mundo de la comunicación científica. Ante una divulgación de la ciencia árida y solemne, la Sociedad de Científicos Anónimos llegó para llevar esa conversación a lugares que nos pusieran más contentos y receptivos a todos: los bares.

Andrés Cota Hiriart, uno de los fundadores de la Sociedad y presentador de la noche

Entre cervezas y mezcales inicia el debate. Cada edición mensual de la Sociedad tiene un tema distinto (abismos, teselaciones, insectos, cirugía plástica, hoyos negros o destellos cósmicos) y abre con algunos ponentes–investigadores, divulgadores o autoridades en el área correspondiente– invitados a presentar su trabajo breve y atractivamente. Luego el micrófono es del público, para dudas, conjeturas, anécdotas o lo que se les ocurra.

El formato es itinerante y los debates de los Científicos Anónimos han llegado a espacios como el Tamayo, Cine Tonalá o Máximo Coyoacán, aunque casi siempre los encuentros son en el Salón Covadonga. Para el aniversario decidieron visitar Galera, en donde los asistentes que ya no cupimos en las sillas terminamos sentados en el piso, cerveza en mano, escuchando a Andrés Cota, ponente de la noche, y la musicalización en vivo a cargo de Estación San Cosmos.

Estación Cosmos musicalizando la noche

El tema era “Sexzoo”, o en otras palabras, los modos de reproducción más extravagantes del reino animal. Especies transexuales, lagartos hembras capaces de clonarse y procrear sin la necesidad de un solo espermatozoide, peces bioluminiscentes que copulan con machos seis veces menores a su tamaño… todas las conversaciones de la Sociedad de Científicos Anónimos son así, casuales y nutritivas. Nada solemnes, muy humorísticas, y sobre todo, terriblemente informativas. No por nada estos tres años sólo han ido reuniendo a cada vez más entusiastas de la ciencia.

Estos lagartos pueden reproducirse sin necesidad de copular

Los peces bioluminiscentes también tienen una historia sexual extravagante

La Sociedad de Científicos Anónimos no le pide a ningún asistente ser experto, el interés es el único requisito. Por supuesto algunos estudiosos también acuden, aunque entre pláticas casuales y mezcales nadie sube al pedestal de científico importante. Ahí todos pueden opinar sin presentar sus credenciales.

Toda la información sobre los siguientes encuentros está en esta sección de su página (el próximo es Ciencia de Datos). También tienen un programa de radio en Aire Libre (105.3);  el próximo (27 de agosto) retomarán la conversación de “Sexzoo” con más expertos. Aquí están disponibles los audios de programas pasados. También –y la mejor manera de apoyar a la Sociedad de Científicos Anónimos– tienen a la venta libro literario-científico y otros productos como tote bags y playeras aquí.

Larga vida a la Sociedad y larga vida a los Científicos Anónimos, que en realidad somos todos. Cualquiera de nosotros en potencia.

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