Es difícil sentir la naturaleza en la ciudad cuando se está rodeado por edificios, coches, obras en cada esquina y baches en las calles. Para Pamela Castillo (Ciudad de México, 1982), ese ha sido un problema constante desde que se regresó a la Ciudad de México tras haberla dejado temporalmente para estudiar en Xalapa y Guanajuato.

En Cazador de rastros salvajes Pamela busca coleccionar cada aparición animal que encuentra por la ciudad. Fuera de los gatos, perros y las habituales ratas que pasean por las banquetas de cada colonia, el proyecto se esfuerza por encontrar animales salvajes representados en un sinfín de modalidades, pasando por taxidermia hasta fibra de vidrio y globos, todos ubicados en los puntos más inesperados de la ciudad con la intención de acentuar la contradicción del hábitat en donde se encuentran.

Los diferentes colores en las fotografías junto con el acto de “cazar” animales con una cámara fotográfica, le dan a este proyecto características lúdicas que se mezclan con el misterio de no saber bien qué está pasando en la escena, dando como resultado un sentimiento de asombro que podría parecer un tanto infantil, pero que es necesario para todo el que quiere descubrir nuevas formas de vivir en la ciudad.

Más del trabajo de Pamela en: flickr.com/photos/pamelacastillo/

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