gallo negro
30 de junio 2017
Por: Lucia OMR

Porque en México las ideas suelen cocinarse en las revistas, nace El gallo negro

Con fundadores jovensísimos, El gallo negro llega a la ciudad como una plataforma indispensable para dar el siguiente paso en la Historia.

Los fundadores titularon su publicación El gallo negro, inspirados en una vieja leyenda de un gallo que se podía oír en todo el pueblo y tenía escamas que reflejaban un centelleo negro. El Gallo Negro empezó cuando Pablo Ríos, Jorge Cervantes y Fernando Szekely tuvieron la idea de crear una plataforma para que los artistas jóvenes pudieran abrirse paso hacia el ojo público. Querían emular a las revistas literarias del siglo XX, como Vuelta de Octavio Paz –ese espacio esencial de difusión cultural y análisis político entre 1976 a 1998– para seguir con la tradición de que la literatura y las ideas en México suelen cocinarse en las revistas.

Imitando la forma en que se hacía cuando Vuelta y sus semejantes se estaban formando, y no sin algo de nostalgia, su primera reunión fue en un café donde coquetean con la idea de iniciar algo que eventualmente podría conducir a una publicación seriada.

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La peculiaridad de esta revista, aparte del brillo negro, es que se trata más acerca de la juventud y lo que ésta tiene que decir que de quién es famoso. Cualquier persona con una voz fresca y algo contundente que decir tiene la oportunidad de publicar en El gallo negro, y por lo tanto ser leído por sus contemporáneos. –Una plataforma tan necesaria para el siguiente paso en la Historia.

Después de esa primera reunión en una cafetería, y cuando comenzaban su último año de preparatoria, le contaron la idea a su compañero de clase, Alejandro Villanueva, quien de inmediato se convirtió en el cuarto cofundador. Algunos días más tarde, los cuatro se reunieron para discutir la viabilidad de imprimir la revista, y hacia el final del año escolar (2017) la idea se había cristalizado en una elegante y oscura revista  breve: El gallo negro.

Los fundadores imprimieron 2.000 ejemplares que están disponibles no sólo para el típico lector que uno tendría en mente, sino también para el inesperado, lo cual permite que Gallo Negro encuentre su propio nicho… uno más amplio, más interesante.

La revista debutó este mes, junio de 2017, y se distribuirá bimensualmente, de mano a mano, por los fundadores a personas en el área metropolitana. La primera edición contiene fotos, poemas, dibujos y ensayos periodísticos sobre el clima político actual y otras confabulaciones.

Las suscripciones por ahora son gratis y se solicitan en suscripciones@elgallonegro.org Las copias digitales también están disponibles con la suscripción.

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