Desde el pasado 1 de marzo, la sala permanente del Museo Franz Mayer alberga la nueva colección ‘Pintura y Grabado. Del Medievo al Modernismo’; que ofrece un extraordinario recorrido visual por el arte europeo, mexicano y virreinal, correspondiente a las últimas décadas del siglo XV y hasta el primer tercio del siglo XX. Se trata de una oportunidad única para todos los capitalinos, quienes podrán ver de cerca algunas de las piezas más valiosas y antiguas de la institución.

“Esta nueva sala se suma a nuestras salas permanentes, que normalmente han estado dedicadas a las artes decorativas, a la diversa tipología de la colección Franz Mayer, como la cerámica, la plata, el mobiliario y las obras artísticas que coleccionó Franz Mayer, y algunas otras que se han ido incorporando.” -dijo la directora del museo, Alejandra de la Paz Nájera.

‘Pintura y Grabado. Del Medievo al Modernismo’ exhibe más de 50 piezas, reunidas desde 1935, que forman parte de la colección personal del mecenas alemán Franz Mayer Traumann. Son unas 800 pinturas novohispanas, europeas y nacionales, amén de miles de objetos que también forman parte de la sala permanente. Ahora conviven en armonía con las obras recién llegadas- 36 pinturas, 17 grabados, un libro antiguo y dos ejecutorias de hidalguías (documentos con los que se reconocían títulos nobiliarios). Todo esto forma parte de un plan de renovación museográfico cuya finalidad es conceder una rotación entre el inventario actualmente expuesto, y que los visitantes puedan disfrutar de toda la vasta colección del Franz Mayer.

El recorrido está ordenado de manera cronológica, por lo que la primera pintura que vemos es la más antigua de todas. Se titula “San Hipólito bendiciendo a su familia al regreso del funeral de San Lázaro”, es del pintor español Luis Borrassá, y data de entre 1419 y 1424. Por su parte, la “más reciente” es “Paseo de los melancólicos” (1904), de Diego Rivera.

Otro elemento notable es, por ejemplo, el primer grabado sobre lámina y cobre de la Nueva España, hecho entre 1613 y 1615. Se llama “La Virgen de Guadalupe rodeada por sus milagros”, y posee importancia en términos académicos ya que puede ayudar a estudiar el origen del culto guadalupano.

El español Alberto Durero (uno de los artistas más apreciados por Franz Mayer) es el que se alza con el mayor número de obras expuestas, siendo “Némesis” (1501-1502) la más relevante de ellas.

Por supuesto, no podemos dejar de mencionar el ejemplar disponible de Rembrandt, un aguafuerte (técnica de grabado que se vale de planchas y químicos reveladores) bautizado como “Cristo frente a Pilatos”, que presume “una calidad plástica admirable desde la precisión y la finura con la que trabajó el artista”- Miguel Cabrera, Julio Ruelas, Pietro Gualdi, Pelegrín Clavé, Ignacio Zuloaga y Joaquín Sorolla son algunos de los otros autores que completan la muestra.

Obedeciendo a su importancia cultural y patrimonial, los grabados estarán a la vista únicamente por seis meses ya que, pasado ese tiempo, deberán de “guardarse y reposar de la oscuridad en posición horizontal” para su resguardo. Las pinturas, por otro lado, estarán durante un año entero, sólo para cambiarse atendiendo la iniciativa de rotación de piezas de la colección total. ‘Pintura y Grabado. Del Medievo al Modernismo’ ya está lista para que la visites en el Museo Franz Mayer (una obra de arte en sí misma) de martes a domingo con un costo de $75 pesos por persona, y acceso gratuito los días martes.