U-Tópicas nació en un rincón diminuto de la Ciudad de México como un acto de resistencia: un espacio donde, en vez de las mismas voces de siempre, emergieran las palabras de mujeres, disidencias y pensadorxs que imaginan otros futuros. Hoy, convertida en una librería referente para quienes buscan pensamiento crítico, feminismos, infancias libres y narrativas decoloniales, U-Tópicas sigue creciendo como un territorio de placer y de lucha.
Conversamos con su fundadora sobre los libros que marcaron su vida, la poesía como gesto subversivo, las editoras que están cambiando el juego y la necesidad urgente de crear —juntxs— espacios fuera del algoritmo.

¿Cómo inició este proyecto?
La librería inició como un proyecto familiar, surge de una situación evidente en las librerías de la Ciudad de México hace algunos años: los estantes estaban llenos de autores hombres y no encontrabas más que un par de escritoras, las clásicas de siempre. Era muy difícil encontrar escritoras contemporáneas mujeres, etc. Sentíamos que no había acceso a leer mujeres. También nos inspiramos en proyectos de librerías en otras ciudades y decidimos iniciar en un espacio muy, muy pequeño, lo que en ese momento fue U-Tópicas, Librería y Galería de Mujeres, en el cual ofrecíamos libros de literatura escritos por autoras y literatura enfocada en feminismos y la comunidad LGBTTQ+. Desde entonces nos hemos interesado por ofrecer libros que inviten al cuestionamiento y el pensamiento crítico, y así, con nuestra comunidad, fuimos creciendo y también ampliando nuestro catálogo. Aunque seguimos especializándonos en literatura escrita por mujeres, nuestro catálogo se abrió en otras áreas: migraciones, decolonialidad, pensamiento ambiental, infancias libres… y así hemos llegado a convertirnos en lo que es hoy: Librería U-Tópicas, movimientos sociales y feminismos.
¿Cuál fue el primer libro que te hizo sentir que el feminismo no era solo una teoría, sino una forma de estar en el mundo?
Un cuarto propio de Virginia Woolf no era un tratado frío, sino una exigencia de dignidad, de espacio, de libertad concreta para crear y existir. Woolf hablaba desde el cuerpo y entendí que el feminismo era una forma urgente de habitar el mundo, de reclamar lo básico, una voz propia. Era vida cotidiana, no abstracción. Era resistencia íntima y política al mismo tiempo.

U-tópicas cumple una doble función: espacio de resistencia y lugar de gozo. ¿Qué tan compatible es la lucha con el placer cuando hablamos de libros?
Es compatible, y se necesitan el uno al otro. Justo nos interesa tanto este tema que en nuestra editorial publicamos el libro Hermanas del ñame, de bell hooks, donde gran parte de su narración es la importancia de ser un individuo y una comunidad, feliz, sana, para poder hacer frente a las injusticias, para poder resistir. El mismo sistema nos ha hecho creer que son dos cosas separadas, pero necesitamos ser felices, tener vidas dignas, tener amigxs, amores, cuidados. La mejor manera de buscar un bienestar para lxs otrxs es generando esa vida para nosotrxs y las personas que nos rodean.
¿Qué libro consideras subversivo aunque no esté en ninguna lista de “libros subversivos”?
Creo que la poesía en general no se considera tan subversiva pero realmente tiene el potencial de cuestionarlo todo, empezando por el propio lenguaje. Lo que suele pasar es que no nos enseñan a leer poesía y acabamos creyendo que es solo para élites académicas o un puñado de “iluminados”. Pero la poesía puede ser para todo el mundo y puede darle por completo la vuelta a nuestro mundo afectivo. Recomiendo mucho a la poeta peruana Blanca Varela, en especial su Canto villano.

¿Cómo dialogan en tu librero personal las autoras del canon feminista con las escritoras del deseo, la infancia, el delirio o lo cotidiano?
Dialogan muy armónicamente porque en realidad muchas autoras, aunque no se consideraran feministas, defendían ideas que hoy reconoceríamos como feministas y visibilizaban realidades que pasaban desapercibidas. Las epistemologías feministas nos han enseñado que la opresión genera una forma particular de ver el mundo: los sujetos subalternizados tienen una perspectiva única sobre el funcionamiento de los sitemas que organizan la vida. Por ejemplo, los escritores, sobre todo antes, no mostraban una parte muy grande de la realidad, esa que estaba quizás más cerca de las mujeres. El mundo del cuidado, la intimidad y lo doméstico era ignorado por “los grandes escritores” porque no lo vivían.
Si pudieras regalarle un solo libro a cada niña de México, ¿cuál sería y por qué?
Les regalaría probablemente #AmigaDateCuenta de Plaqueta y Andonella pues es una introducción muy divertida —y con ilustraciones hermosísimas—a los feminismos. Cuando estuvieran más grandes, les regalaría Coger y comer sin culpa: el placer es feminsta de María de Mar Ramón pues es un libro que reivindica el derecho de todas a gozar y en nuestro país la estimatización sobre estos temas es terrible.

¿Qué rol crees que juegan las librerías independientes —y en especial feministas— en una época donde el algoritmo lo decide todo?
Es maravilloso ver que la comunidad de librerías independientes en Latinoamérica ha tenido un auge maravilloso, que incluso nosotrxs lo sentimos ya en la ciudad y también en el país. Es cierto que no podemos competir con algoritmos, entonces lo que tenemos que hacer es construir otro espacio alterno a él y creo que en eso estamos ¿cómo lo hemos construido? uniendo fuerzas con todos los puntos de las cadenas de la industria editorial: lectorxs, librerx, editorxs, distribuidores, escritores. En un mundo en el que no puedes competir con un monstruo que tiene tomado el espacio, la salida es crear un espacio nuevo y creo que la manera ha sido esta. Somos una comunidad que cada vez hemos ido entendiendo que nos necesitamos entre nosotrxs y así hemos logrado superar esto, reconociendo el valor de cada miembro y de cada proyecto.
En un panorama editorial aún muy masculinizado, ¿qué editoras, traductoras o diseñadoras crees que están cambiando las reglas del juego?
Es muy difícil poner nombres sobre la mesa porque, justo como comentamos, hay un montón de personas en la cadena del libro que son importantes, y muchas mujeres ahora están haciendo un trabajo maravilloso. Destacamos las editoriales independientes Polilla, Miau, La Duplicadora, y las librerías La Fiera, Casa Tomada, La Cosecha, El Traspatio, Maleducada, todas lideradas por mujeres. En realidad, las mujeres sostienen el sector editorial en las distintos partes del ecosistema del libro, pero su trabajo es invisibilizado.

¿Qué libro te hubiera gustado tener cerca en una etapa clave de tu vida y no lo tuviste? ¿Qué habría cambiado?
Fruto de Daniela Rea es un libro sobre cuidados esencial que todas y todos veníamos necesitando desde hace mucho. En este poderoso y bello libro, Daniela Rea teje historias de cuidados en México y desvela los intesos afectos y las desigualdades y violencias severas que hay detrás de las maternidades en México, pero también detrás del sistema
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Felipe Carrillo Puerto 60, Villa Coyoacán.