Frente a la Casa Luis Barragán hay un jardín delicioso. El Jardín 17 es una extensión de la casa del arquitecto que en 2016 fue renovado por el genial Alberto Kalach; un espacio vivo de vegetación que abraza (incluido el floripondio más frondoso y feliz que conocemos) y que además siempre tiene muy buenas exposiciones. La de ahorita es del arquitecto japonés Go Hasegawa y se llama Flying Carpet (alfombra voladora). Y tal cual es eso.

Go Hasegawa

La instalación en el jardín es un corredor de metal serpenteante y suspendido entre la vegetación, tan ligero que parece flotar. Uno puede caminarlo casi como quien recorre un sendero ondulado de selva, rozando con las manos y los pies lo verde; mirando más de cerca las flores naranjas del floripondio. La arquitectura de Hasegawa se distingue por conectar la línea entre construcción y naturaleza y en Flying Carpet no hay nada que no genere esa conversación.

Aunque el Jardín 17 siempre ha sido un espacio que invita a la meditación, la estructura de Flying Carpet es –mas que nunca– el mejor pretexto para sentarse un buen rato. Es toda de metal y sus tubos de acero pulido forman una alfombra voladora que parece más un río plateado que brilla mucho con el sol. La intervención, aunque parezca un gesto sencillo, cambia completamente el recorrido en el espacio y la interacción con el jardín.

Flying Carpet

En la pequeña casa al fondo del jardín, Go Hasegawa presenta una galería de imágenes y bocetos del proceso de diseño de la instalación. Hay planos, bosquejos y anotaciones del arquitecto; además, en la habitación contigua presenta algunos planos hermosos de otros de sus proyectos arquitectónicos.

Go Hasegawa

Flying Carpet es la primera exposición del Programa Arca 2019, una colaboración entre miembros de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán y el Grupo Arca. Permanecerá tres meses en Jardín 17 (hasta el 31 de enero 2020) y lo mejor es que la visita es gratuita. Y uno puede pasar todo el tiempo que quiera rodeado de verde.

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