¿Cómo rehacer la memoria de una fiesta que nadie recuerda, que nadie documentó? O lo que es más: ¿cómo escribir la historia de lo que fue mantenido al margen de la historia? Mario García Torres propone una respuesta en la nueva exposición de Archivo Diseño y Arquitectura, La fiesta fue ayer (y nadie recuerda nada), en el marco de Zsona Maco 2017.

La fiesta que nadie recuerda:

Pocos saben que en la década de los 60, el arquitecto Manuel Larrosa (un artista extravagante que pasó también bastante inadvertido) y el promotor cultural Miguel Salas Anzures crearon algo llamado Museo Dinámico. Su proyecto convertía las extrañas casas de Larrosa en espacios efímeros de exhibición para los artistas sin museo –los no incluidos en las instituciones y la “cultura oficial”–, también llamados Generación de la Ruptura. En estos happenings las casas de Larrosa, antes de ser habitadas, eran ocupadas por los artistas, quienes presentaban sus piezas y performances de manera transitoria y fugaz. Allí y entonces ocurrió lo que podríamos llamar un “instante de Occidente”, que hoy nadie parece recordar.

fiesta ayer

© Nacho López

La Generación de la Ruptura se caracterizó por querer crear una nueva estética mexicana. En pocas palabras reaccionó en contra de lo que percibía como los gastados valores de la Escuela Mexicana de Pintura (los muralistas mexicanos) cuya temática, ya deslavada por la repetición y el tiempo, les aburría. Este movimiento incluía a un inverosímil número de talentos como Vicente Rojo, Alberto Gironella, Juan José Gurrola, Lilia Carrillo, Manuel Felguérez, Pedro Coronel, José Luis Cuevas, Alejandro Jodorowsky. Envidiable congregación de genios juerguistas donde las hubo.

fiesta ayer

© Nacho López

En La fiesta fue ayer (y nadie recuerda nada), Mario García Torres rescata los –pocos– archivos que quedaron del alucinante Museo Dinámico y rellena con obra propia aquellos huecos donde no encontró documentación. Así, el artista recupera archivos a la vez que produce fantasmas del archivo para sugerir una nueva lectura de la época y recuperar aquel vuelco cultural hacia lo performático, lo conceptual y lo efímero del arte de ese periodo, además del importante papel de Manuel Larrosa en las artes y la arquitectura mexicana.

La fiesta fue ayer… se inaugura el próximo 9 de febrero en –el querido– Archivo Diseño y Arquitectura, un espacio experimental que no podía ser mejor para esta extravagante, fantasmagórica fiesta.

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