Sunday es la primera muestra de Carsten Höller en México, y otro más de sus laboratorios, En él, los visitantes pueden pasear entre sonidos, espejos, luces y otros artificios. También, desde el 15 de abril uno puede dormir en dos de sus piezas: unas camas que deambulan en la sala de la exposición, a la mitad de la noche, a la mitad del Museo Tamayo.

Hablamos de la obra Two Roaming Beds (Grey), las dos camas robóticas en la sala final de Sunday que de día permanecen vacías e inertes. Por la noche, y después de haber reservado la experiencia, las camas recorren 260 metros cuadrados con un pasajero a bordo. Guiadas por un algoritmo y una señal GPS, navegan despacito (70 centímetros por minuto) paseando al huésped respectivo, quien despierta en un lugar distinto al que vio cuando se fue a dormir. (Las líneas azules y rojas del piso que uno ve al visitar la exposición de día son los testigos de esas trayectorias).

Carsten Höller

Además, al reservar la noche uno recibe una muestra de la obra Insensatus Vol.1 Fig.1., un set de pastas dentales creadas por Ben Gorham y Carsten Höller. Cada una contiene activadores que potencializan el sueño y sustancias que ayudan a evocar escenarios específicos. Salvia apiana para los mundos femeninos, calea zacatechichi para los masculinos, Jasminum sambac para los de la infancia… Cada quien manipula la intensidad y proporciones para los sueños que desee.

Los boletos para dormir en el Museo Tamayo pueden comprarse aquí y la experiencia también incluye una visita guiada individual a Sunday, cena ligera y desayuno continental (por Grupo Habita), kit de amenidades y voucher para utilizar las regaderas y desayunar en el Hotel Habita Polanco después de la experiencia, entre otras cosas.

camas tamayo

Con la compra del boleto el Museo Tamayo expide un recibo para deducir impuestos, y aunque el precio es alto ($5,000 por persona), argumentan que el importe será utilizado para continuar desarrollando exposiciones con artistas internacionales.

Sunday es en sí misma una exposición-laboratorio, aunque para el que quiera ser objeto del experimento e investigador de lo incierto a la vez, las camas insomnes de Carsten Höller lo esperan.

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