Hace poquito –pero parece otra era– íbamos a museos. Nos parábamos frente a cuadros con extraños y caminábamos con ellos por los pasillos como si nada. Hasta a inauguraciones íbamos en bola. No sabíamos que el papel de los museos en el mundo era tan frágil –como todo(s) ahorita– y tan importante. Y sobre todo no sabíamos que echaríamos de menos esos paseos llenos de amigos y desconocidos habitando un espacio con arte. Ahora, desde hace unos meses, los museos están cerrados y su actividad de ha reducido a contar historias sobre exposiciones pasadas. Los museos se han avocado a su pasado por ser la única certeza que tienen en mano. Pero en el Museo Jumex está ocurriendo algo diferente: Mario García Torres mudó su estudio allí durante la pandemia y produjo obra in situ completamente solo. Su exposición se llama, apropiadamente, Solo.

La obra que Mario produjo durante este periodo se dará a conocer en una exposición para un solo visitante y está en vivo a través de cámaras de video que graban todo el tiempo.

Mario García Torres

Hay muchas cosas que surgen en a partir de esta exposición/performance en el Museo Jumex. Lo más evidente es la cuestión del museo en relación con el mundo, con el artista y con la obra. Al parecer solo hace falta que una persona esté produciendo obra dentro de un museo para que el museo no se vuelva obsoleto. Y solo hace falta que alguien lo vea, en este caso a través de cámaras, para que esto sea real. De otra manera, quizás, sería como la metáfora del árbol que cayó en el bosque.

En la Galería 1 del Jumex, donde está Solo, todo es blanco y enorme. Caen unas cortinas onduladas en los grandes ventanales desde el techo hasta el suelo, y las piezas de Mario, blancas con polvo gris, abarcan todo lo largo de las paredes. En el piso hay unas lámparas (que insinúan el sentimiento de casa) y unos tripiés con las cámaras de video que lo observan para dejar testimonio. “Durante la Segunda Guerra mundial”, dice Mario, “fue la última vez que los artistas se confinaron en la intimidad de un espacio y salieron de la fuerza laboral”. Algo parecido ocurre en este contexto. Es como si la idea romántica de el artista aislado en una Torre de Marfil regresara al año 2020 como un oxímoron donde los haya.

Solo

Las piezas de Solo están hechas con polvo de toner sobre lienzo blanco. Parecen, de pronto, muros de viejas fábricas donde el óxido dejó vestigios del tiempo. Parecen también solo tiempo.

Puedes ver Solo a través de las cámaras aquí.

 

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