Hoy en día la palabra “periferia” ha llegado a tener un uso coloquial para referirse a los lugares en el espacio geográfico que no están en el “centro”. Este concepto viene desde una perspectiva geométrica, donde todo aquello que rodea al círculo es su periferia. Traducido a la Ciudad de México podríamos pensar en ese círculo en zonas de la Cuauhtémoc, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Coyoacán o Iztacalco. Y digo zonas porque cada delegación contiene a su vez su propia periferia. 

Pero ¿dónde comienza lo “periférico” si ese círculo se encuentra en constante expansión? Quizás comience en un largo traslado,  en un tianguis gigantesco, una madrugada, un paisaje con cerros tupidos de casas o en un camión ambientado. Pero en la economía que pulsa hacia el centro, hay quienes deciden hurgar y permanecer en ese espacio que parecía voltear hacia otro lado. Y es ahí donde la palabra periferia comienza a desvanecerse porque hay quienes deciden pautar su propio centro. 

Como lo son estos espacios, que se han dado a la tarea de crecer aún más sus raíces y crear nuevas propuestas a partir de un intercambio con el lugar en el que habitan. Hoy tomamos como ejemplo a Satélite M17, Museo de Arte Contemporáneo Ecatepec y Galería Taquera. Ellos a su vez son colectivos que han encontrado momentos oportunos y efímeros, algo que le da un toque especial al sazón y conglomerado de acontecimientos que sucede en su comunidad y que  a su vez les mueve el afecto con quienes colaboran. Cada uno de ellos comparte su perspectiva al estar en esta práctica que requiere de elementos en su mayoría imperceptibles, como lo es ejercitar cotidianamente su inteligencia emocional, conocer sus límites, paciencia para los imprevistos, tenacidad al tomar el espacio, persistencia y sobre todo tolerancia a la frustración. 

Satélite M17

Satélite M17 se denomina así mismo como un estudio georelacional de la comunidad creativa musical de Naucalpan de Juárez. Este proyecto es conformado por Homero Fernández Segura, Maria José Arteaga, Ulises Barrera y Florentino Franc. Hoy Homero nos comparte la forma en la que Satélite M17 ha persistido hasta crear un proyecto que ha generado diversas ramificaciones tanto en el ámbito cultural como el institucional. Satélite se encuentra en el área metropolitana de la Ciudad de México, esto quiere decir que no se encuentra ni tan cerca de la Ciudad para serlo, ni tan lejos para no serlo. Esa ambivalencia nos la da el tráfico, y ha hecho que muchas veces la identidad de este lugar sea algo fantasmagórica. “Venía frustrado de la Ciudad de México y muy harto de los mecanismos de poder y de violencia y del ejercicio de la producción en la Ciudad y justo lo que no había hecho era música.”

Homero regresó la mirada a su lugar de origen después de haber trabajado un tiempo en gestión cultural en la Ciudad de México. La manera en la que el proyecto  se relaciona con la música tiene que ver con la historia misma de Satélite. Desde los años ochenta este lugar ha sido cuna de bandas de rock como: Café Tacuba, Vicente Gayo, Los Daniels o cantantes como Eugenia León, Regina Orozco y Sabo Romo, sin embargo Satélite carece de más espacios de encuentro para ejercitar la producción creativa y audiovisual.

“Lo que pasa en Satélite es que hay un choque ideológico entre la escena artística y la escena que lo rodea, hay una derecha religiosa muy extraña que ha hecho que se nuble lo que sí está sucediendo.”

Homero observó la vasta producción musical que Satélite y otras colonias que recorren el periférico como lo son Echegaray, Valle Dorado, Lomas Verdes, entre otras tienen actualmente. Creando una gran comunidad de artistas que se trasladan a la ciudad para desarrollar sus proyectos. “Pero esta comunidad es fantasma porque para muchos es más sencillo ir a la Ciudad de México a desarrollar su proyecto o a buscar oportunidades. La ciudad está a  25 minutos en carro, entonces me ahorro levantar mi colonia.” Podríamos decir que Satélite M17 ha encontrado una forma de revertir la historia, haciendo que las instituciones de la Ciudad de México se conviertan en público de talentos del Estado.

Satélitem17 ha generado un público propio, y más importante ha cumplido su objetivo para diseñar y potencializar una escena artística, políticas públicas y de estimulación gubernamental. Exigir nuevas condiciones. Para el proyecto es importante meter las manos en la burocracia y las políticas públicas del estado porque éste es responsable de apoyar y sustentar los proyectos culturales locales. Si bien es importante que el proyecto se mantenga autónomo e independiente, también le es esencial crear un puente a nivel institucional y así reclamar el derecho a la cultura y a las manifestaciones artísticas.

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Museo de Arte Contemporáneo Ecatepec

MARCE son las siglas para Museo de Arte Contemporáneo Ecatepec, un espacio esporádico e itinerante que lleva siete años incidiendo en el imaginario de su localidad, el pueblo originario de Santa Clara Coatitla en Ecatepec. Actualmente sus integrantes son Tonatiuh López, Antonio Barrientos, Federico Martínez, Salvador Vázquez, e Ivan Masse.

MARCE se planteó en un inicio el concepto de museo como parte de una ficción, sin embargo poco a poco se fueron creyendo su propia ficción. “Al inicio era como contar un chiste, era una ironía, el Museo de Arte Contemporáneo de Ecatepec“, dice Tonatiuh López y Antonio Barrientos. Ellos proponen pensar en la ficción como una práctica común que las personas se cuentan a sí mismas para otorgar valor al lugar de donde son y a sus vidas. Jugar con esa ambivalencia es importante para MARCE porque aporta otra forma de jugar, gestionar y relacionarse con su propio proyecto. En un inicio tuvo un proceso empírico en la forma de pautar el modo de hacer. Sus primeros acercamientos les sirvieron para comenzar a tejer redes entre los habitantes. Uno de los ejemplos fue el curso de arte contemporáneo impartido por Tonatiuh el cual sirvió como primer eje de autocuestionamiento.

“Tona propuso un curso de arte contemporáneo: poco público pero mucha trascendencia en el proyecto. Nos hizo replantearnos ¿Qué necesidad había del arte contemporáneo en un contexto así? o si no era extraño, era llegar a irrumpir cosas que ya estaban sucediendo con ciertas formas de presentar y producir. Replantear la necesidad, más como de proponer algo en particular, de escuchar primero y hacer otro tipo de actividades que tuvieran que ver más con el espacio público y por razones prácticas al no tener un espacio físico.”

El curso ayudó a ubicar a artistas de la localidad que sí estaban interesados en arte contemporáneo, los cuales también llegaron a formar parte en su momento del proyecto. Esto hizo que parte de los integrantes de MARCE se fuera conociendo por esta búsqueda de “hacer” en un espacio como Ecatepec. La nula conciencia de la existencia de otros artistas de su localidad tiene un porqué.

Por otra parte, el curso ayudó a ubicar a artistas de la localidad que sí estaban interesados en arte contemporáneo, los cuales también llegaron a formar parte en su momento del proyecto. Esto hizo que parte de los integrantes de MARCE se fuera conociendo por esta búsqueda de “hacer” en un espacio como Ecatepec. La nula conciencia de la existencia de otros artistas de su localidad tiene un porqué. Tonatiuh relata la forma en que las generaciones han cambiado junto con el espacio, ya que aquellas que crecieron en los años noventa en Ecatepec vivían un imaginario muy distinto al de ahora. Esta generación se veía forzada a salir de ahí para buscar mejores oportunidades, sin embargo la rápida urbanización y la llegada de migraciones hizo que con el tiempo Ecatepec se fuera modificando de un lugar que pasó de ser rural a urbano en menos de cinco años.

Actualmente MARCE está trabajando en un proyecto llamado “Lo que deja la corriente” que tiene que ver con la memoria hídrica de pueblos de la Cuenca del Valle de México, en esta ocasión estarán colaborando con colectivos en Texcoco y Teotihuacán. Este es un ejemplo de las ramificaciones que puede tener un espacio, un colectivo y un proyecto que busca en el hacer, un propósito común. 

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Galería Taquera

Galería Taquera es un espacio que nació en el 2019 y está ubicado en la calle de Paloma Negra #148 en el municipio de  Nezahualcóyotl.  Lleva ese nombre porque el espacio del que se apropiaron está afuera de la taquería del tío de Román Ochoa, Jorge Ochoa, negocio que lleva casi 30 años vigente.  Su tío les abrió las puertas para que desde el muro de su negocio pudieran hacer intervenciones gráficas. Y es así como crean una intervención sobre el muro, invitando a un artista cada mes y compartiendo espacio con el tianguis de Neza.  Sus integrantes son Eugenia Ramírez , Román Olayo, Román Ochoa, Adrian Coss, Livo Malo y Felipe Castillo. 

Lo que a nosotros nos gusta de ahí es que en primera, el que esté arropada la Galería Taquera con una taquería, con un oficio pues está muy chido porque ya hay comensales, gente que va a comer ahí tacos y que vea el muro ¿no? y también lo chido es que es como paso de escuelas y cuando  mi tío o sus hijos llegan a lavar el puesto, pues nos cuentan que los morritos van y se toman fotos de los murales, entonces como que eso ha sido un impacto chido en la comunidad.

La técnica que ellos utilizan es el pasteup o pegatina. Técnica que utiliza papel y pegamento o engrudo sobre muro para lograr intervenir el espacio. La decisión de este tipo de técnica tiene que ver con la poca inversión que los materiales requieren  y la facilidad de su uso y renovación. Artistas del fanzine como @astrochavo, @estenegromar o @un_cursed han participado en los muros, y hay bandas de rock los domingos de tianguis para acompañar dicha intervención, cualidad que Galería Taquera considera desde lo sonoro como intervención espacial y puentes de conexión con las personas del espacio.

Así mismo se ha generado una alianza son S.A.R.A (Sociedad Anónima de Reproducción Autónoma) donde se imprimen risografías y son divididas de manera que el artista se quede con 40 copias y las demás sean dividas entre ambos proyectos. Creando una forma de pagar la misma producción con producción. Aunado a esto los artistas reciben un pago simbólico por su trabajo en la gráfica. Sin embargo el pago de la gestión como miembro de Galería Taquera ha sido casi nulo, ya que prefieren reinvertirlo en el mismo proyecto.

“Sí procuramos que todo el dinero que pagamos a los artistas, toda esa plata que se hace como en gastos de operación siempre salga de lo que genera Galería Taquera.  O sea como tal, sí procuramos mucho que el proyecto funcione de manera autosuficiente, que no necesite de becas para sobrevivir, no porque no nos gusten las becas si no porque sea un modelo replicable para que cada quien lo piratee a su manera, cosa que sí ha sucedido.”

Para Galería Taquera, es importante entender el arte como un oficio, como lo sería el oficio de un taquero, el carnicero o un zapatero. Continuar con esa filosofía en la que como artistas también se ofrece un servicio o un bien a la comunidad. Una de las cosas que han aprendido es que trabajar en colectivo te potencia, justamente, su modus operandi es a través del campechaneo, cuando uno no puede cubrir el evento otro lo hace. Es así como poco a poco han salido artistas de Neza al tianguis a formar parte del comercio que intercambia un bien por el otro.

Galería Taquera ha aprendido a hacer lo que puede con lo que tiene y en el camino invitar a la gente que se quiera unir, observando el alcance y las herramientas para construir algo en conjunto. En ese trayecto se ha derivado un nuevo programa de radio llamado “Lapicero” transmitido  los sábados a las diez de la mañana por Reactor 105.7, donde se habla con diferentes personajes de la gráfica y el fanzine, dándole un nuevo aire fresco e interviniendo así el espacio sonoro de la Ciudad.