Una casa en Santa María la Ribera se ha convertido en un hogar para todas aquellas personas interesadas en los procesos y técnicas tradicionales de la cerámica, pues desde 2012 es la casa del colectivo Mono Rojo.
Este proyecto empezó como un espacio para aprender cerámica, crear objetos para varios restaurantes japoneses y construir algunos proyectos personales, sin embargo, con el paso del tiempo Mono Rojo ha evolucionado, pues ahora el taller está enfocado a ser un espacio para artistas que quieran experimentar con la cerámica o perfeccionar su técnica, por ello visitamos el taller de Mono Rojo para conocer más sobre sus procesos y nuevos proyectos.
Mono rojo se define como un colectivo dinámico y en constante transformación en donde participan miembros permanentes y artistas invitados; los artistas fijos dentro de Mono Rojo son Olmo Uribe Aguirre, José Pablo, Salvador Núñez, Ernesto Díez, Rodrigo Treviño, Waysatta Fernández, Maya Sakuma y Hiroshi Okuno. Las piezas que surgen de este taller son el resultado del trabajo conjunto y la amistad, pues no sólo comparten las técnicas y métodos propios de la cerámica, sino que además han logrado desarrollar un lenguaje propio basado en el sentido del humor, la nostalgia, el juego, así como intereses y referentes comunes.
De manera que, Mono Rojo es un taller que se construye a partir de la colaboración y los afectos, pero no sólo los objetos son el resultado del trabajo conjunto, sino que todos los espacios del taller están conformados por pequeños detalles, pedazos y piezas de cada una de las y los artistas que trabajan en el taller; rastros de su paso y un recuerdo su evolución como artistas, en donde las miniaturas son una constante, ya que surgen como parte del proceso creativo dentro de Mono Rojo, siendo éstas una forma de aprender a manejar la cerámica, lo cual permite posteriormente experimentar y jugar con otras formas y escalas.
Una parte importante dentro del taller de Mono Rojo es su método de trabajo el cual inicia con la preparación del barro y se extiende hasta el uso de un horno de cerámica a alta temperatura hecho por y para el mismo taller. Este horno es una parte fundamental más allá de la obvia necesidad de quemar las piezas, pues al tratarse de un horno artesanal que funciona con gas debe ser vigilado cuidadosamente, convirtiéndose la quema en todo un ritual. Todo esto basado en una continua investigación de las prácticas tradicionales de la cerámica de alta temperatura de México y Japón, por lo que convierte a este espacio en un lugar único y especial para trabajar la cerámica en la ciudad.
Después de varios años de trabajo, diversas exposiciones y muchas ventas dentro del taller, en mayo de 2022 se inauguró Mono rojo. Inusual en AGO Projects, la primera exposición de Mono Rojo fuera del taller. Para esta muestra las piezas creadas por todos los miembros del colectivo, así como de algunos artistas residentes salieron de la casa de la Santa María la Ribera para ocupar el espacio de la galería, en donde de alguna forma se recrea la esencia del taller; las obras dialogan entre ellas y se hace evidente tanto los estilos de cada artista como la participación conjunta en varias de las piezas.
En esta muestra es posible ver la gran variedad de técnicas, procesos y estilos dentro del colectivo; las diferentes escalas de las piezas que van desde animales miniatura hasta jarrones y bancos de mayor tamaño; y la consolidación de varios años de experimentación de la técnica, pero también de cariño por sus procesos.
Puedes encontrar algunas piezas a la venta en la tienda del Museo Tamayo, pero si quieres conocer más sobre Mono Rojo en @taller_mono_rojo y visitar la exposición ‘Inusual’ en AGO Projects.
