Ñú no quiere ser una galería que se asocie al tradicionalísimo cubo blanco. Su idea, como es tendencia, es romper con el concepto de muros para colgar obras de arte; por eso el nombre. Ñú es el nombre de un animal africano que migra todo el tiempo en busca de mejores temperaturas. Y Ñú es una agencia que, por ahora, representa a seis artistas por medio de exposiciones itinerantes en los espacios que mejor dialoguen con obra de cada uno, como el trabajo de Carlos García Noriega en la Torre Reforma, un edificio proyectado por el arquitecto Benjamín Romano. El piso de hasta arriba sigue en obra negra y, mientras no se rente, es perfecto para Catarsis, la exposición escultórica de Carlos.

catarsis de carlos garcía noriega

La entrada a la Torre puede resultar un poco tediosa, te toman una foto como si estuvieras en la frontera, pero de ahí en adelante todo se aligera. El elevador sube 43 metros en segundos (los oídos lo resienten y la panza también). La vista es sensacional, toda la ciudad: Reforma, los helipuertos, el Palacio de Hierro de Moliere, Santa Fe, la Casita del Lago en Chapultepec, algo por ahí de Félix Candela, los micros color morado, el Auditorio Nacional y la maravilla del Museo de Antropología. En ese escenario aparecen las esculturas desafiantes, geométricas, medio “origamisosas” contundentes, listas para ser de otro cobre por la exposición al aire libre, sol y lluvia.

catarsis de carlos garcía noriega

catarsis carlos garcía noriega

Esta selección de obras es la manera del artista de decir que está listo para una nueva etapa en su obra: ya pasó el temblor, ahora qué sigue. Es una muestra muy ligada a la ciudad, a su desfase de estructuras, a su crecimiento descuidado y aleatorio como una enfermedad pero a la vez como una forma de ser, y es que ya no hay vuelta a la página.

catarsis de carlos garcía noriega

La pieza principal es blanca, grande y está conectada a un sismógrafo que responde a un “mapping” reflejado en la escultura: figuras descontroladas dentro de ciertos marcos, derrumbe, movimiento, análisis clínicos, una sensación metamórfica y simétrica. También hay otras esculturas más pequeñas  en el interior del piso, picudas, decorativas, bonitas.

catarsis de carlos garcía noriega

La intención de Ñú como no espacio y agencia itinerante no es sólo representar a los artistas, sino que la gente común y corriente –como uno– pueda tener una experiencia estética, vivir las piezas en un espacio que haga sentido con la obra, que la crezca.

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Para ver Catarsis hay que hacer una cita a [email protected], o también se puede dejar un mensaje en la pestaña de contacto en nununu.mx

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