Desde que la región se hacía llamar México-Tenochtitlán, la Avenida 16 de Septiembre del Centro Histórico de la ciudad funcionaba como un canal importante que mantenía conectados y abastecidos a los pobladores de la antigua capital. Realizamos una caminata por esta arteria peatonal para darte el contexto histórico de las joyas arquitectónicas que la integran.

Antes de tomar el nombre y la importancia que hoy posee, la Avenida 16 de Septiembre ya gozaba de un rango de alcurnia. Desde los días de los mexicas y hasta 1788, el tramo fue un híbrido entre zanja pluvial y camino de terracería. A bordo de chinampas, por sus aguas se comerciaron todo tipo de mercancías, lo cual derivó en su primer nombre oficial, Las Canoas, el cual no cambió hasta la época novohispana.

Tlaperos (gracias a las tlapalerías que existieron en la Plaza de la Constitución); Coliseo Viejo (por un teatro que se incendió en 1722) y Del Refugio (en honor a un nicho de Nuestra Señora del Refugio de Pecadores); fueron los otros nombres con los que alguna vez se le conoció a la Avenida 16 de Septiembre del Centro Histórico –la cual recibió su nombre actual hasta el Porfiriato. 

Actual vista de la entrada de la Avenida 16 de Septiembre desde el Zócalo.

Desde la famosa cadena deportiva que ocupa el Edificio Correo Francés, hasta la tienda departamental de la Casa Boker; estas son algunas de las edificaciones imperdibles que puedes ver en tu caminata por la siempre icónica Avenida 16 de Septiembre del Centro Histórico.

Viejo Portal de Mercaderes

La primera gran edificación caminando desde el Zócalo hacia Bellas Artes es el Viejo Portal de Mercaderes. Se trata de una de las primeras construcciones coloniales y se extiende de este a oeste por la Plaza de la Constitución. Como su nombre lo indica, el edificio siempre ha estado dedicado a la actividad comercial.

Vista actual del actual edificio.

La parte sur, que es la que alcanza a la Avenida 16 de Septiembre, acoge al distintivo Gran Hotel Ciudad de México, uno de los grandes orgullos del Centro Histórico. Este edificio fue utilizado por la tienda el Centro Mercantil hacia finales del siglo XIX; después se remodeló y fue el primero en ocupar la técnica Chicago, la cual utiliza hierro y concreto. Durante mucho tiempo fue una tienda departamental y aún conserva sus elevadores de jaula y techo de vitral estilo art noveau.

Edificio Correo Francés

El Correo Francés en 1920 (izq) y actualmente (der).

En 1929, el arquitecto francés Paul Dubois fue el encargado de levantar la tienda departamental El Correo Francés. En pleno auge de la ciudad afrancesada con la que tanto soñaba Porfirio Díaz; el Correo compitió contra otras bodegas como El Puerto de Liverpool, El Palacio de Hierro, las Fábricas de Francia, el Puerto de Veracruz o el Gran Cajón de Sol, para suplir la creciente demanda de productos importados en la ciudad.

Detalle de fachada del Correo Francés en 2021.

Este edificio también echó mano de la técnica Chicago y posee algunos detalles en estilo art noveau que hoy en día siguen siendo visibles con solo caminar a su lado. No obstante, lo que destaca en él es la entramada cornisa curveada de su fachada, hecha con mosaicos venecianos e inspirada en motivos florales. Actualmente alberga una conocida tienda de artículos deportivos, está ubicado en el cruce de Palma y Avenida 16 de Septiembre.

Casa Boker

Casa Boker en 1940s.

Si hay una esquina representativa en el Centro Histórico, esa es la de la Ferretería Casa Boker. Abrió sus puertas en 1900 y pertenece a la familia alemana Boker, cuya cuarta generación administra el negocio en la actualidad. Está ubicada en 16 de septiembre esquina con Isabel la Católica, antes Coliseo Viejo y Espíritu Santo.

Fachada de Casa Boker actualmente.

El inmueble fue diseñado por los mismos arquitectos de Macy’s en Nueva York. Se esbozó con la intención de exhibir productos de ferretería, cuchillería y mercería; además de implementos agrícolas, mineros y del hogar. Su fachada es de cantera, y se importaron materiales de Estados Unidos, Bélgica, Alemania e Italia para su construcción.

Casa Boker actualmente.

Fue inaugurado por Porfirio Díaz y costo 1.5 millones de pesos en oro. En 1975 se incendió y, tras las remodelaciones, una sección se alquiló a una importante tienda departamental.

Colegio de Niñas o de las Doncellas de Nuestra Señora de la Caridad

El Colegio de niñas o de las doncellas de Nuestra Señora de la Caridad en 1960 izq, y actualmente der.

Erigido en 1548, apenas un par de décadas después de la conquista de Tenochtitlán; el Colegio de Niñas de Nuestra Señora de la Caridad abrió como la primera institución de formación de mujeres –futuras esposas y madres- de la Nueva España. Aceptó a indígenas, mestizas y españolas por igual, con la intención de inculcarles lo antes posible los ideales colonizadores.

En 1744 el edificio fue remodelado con el aspecto que prevalece hasta nuestros días; y no sería sino hasta finales del siglo XIX que el predio finalmente cambiaría de giro. Primero fue el Casino Alemán; después el exuberante Teatro Colón; más tarde el Cine Imperial y por último sede del Club de Banqueros desde 1994. Ocupa toda una manzana, extendiéndose por Avenida 16 de septiembre, Venustiano Carranza y Simón Bolívar.

Fraccionada, vendida y demolida, la Avenida 16 de septiembre ha pasado por mucho, y sin embargo, la vía continúa atesorando sus raíces comerciales y hoy en día está repleta de todo tipo de tiendas de conveniencia, algunas de ellas asentadas en auténticas joyas arquitectónicas. 

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