Ana Montiel siempre está haciendo preguntas. Una de las que guía su trabajo desde hace un tiempo tiene que ver con la percepción. El cuestionamiento es serio: ¿cuál es la naturaleza de las cosas que percibimos y qué tan real es lo que vemos? Los juegos estéticos alrededor de ese misterio son Polifonía de la percepción (las cosas que creímos ver juntos), la nueva exposición en la galería joségarcía ,mx.
Los pilares del conocimiento están construidos en conjeturas, dice la artista, y 14 pinturas con acrílico y pigmento hablan de esas suposiciones. Son cuadros de colores: azules ultramar, casi púrpuras; rojos atardecer con dejos anaranjados; grises con añiles suaves. De uno depende qué color ve y qué color describe, así como de uno depende la realidad en la que camina.
Polifonía de la percepción es, entonces, un juego delicioso que parte de la percepción como un acto creativo. Si cada quien experimenta con sus propios filtros una realidad sesgada, cada quien está creando esa realidad, al tiempo que observa. La exposición es la invitación a la creatividad desde lo que uno percibe, eso a lo que muchas veces no sabemos ponerle un nombre. Pero precisamente, en esta exposición nombrar las cosas ya no es tan relevante. Y lo indefinido es preciado.
Ana Montiel pinta desde un lugar que oscila entre los cuestionamientos profundos y las soluciones creativas sutiles. Sencillas sin ser simples. La artista parte de la metafísica y la neurociencia, pero sustrae las partes más poéticas y hermosas. La idea romántica detrás de una realidad que no es más que una ilusión compartida.
El paseo de Polifonía de la percepción da para cuestionarse, pero más aún para habitar en un espacio que es puro color y pura libertad de percepciones. Sensaciones, emociones y espectros que existen sólo en el mundo interior de lo que cada quien percibe. Y tienen nombres secretos.
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