Hay quienes aprenden a amar la ciudad desde sus atajos o sus luces nocturnas, otros desde los contrastes, la lluvia o los parques a los que los llevaban de niños. En el caso de Ximena Morfín, la relación con la Ciudad de México empezó desde el nacimiento y se ha tejido —foto a foto— con su formación, su sensibilidad y su manera de mirar. La ciudad no es solo el escenario: es la materia prima.

Creció fotografiando el reflejo de los charcos después de llover y hoy, más de una década después, busca capturar lo especial en lo cotidiano, lo que pasa desapercibido en lo común. Su cámara no documenta la postal típica ni repite el retrato turístico: encuentra pequeños momentos de belleza en lugares conocidos, rincones donde la ciudad se revela íntima, sorprendente, cercana.

Para ella, la CDMX no solo inspira: transforma. La ha hecho menos tímida, más perceptiva, más abierta a lo inesperado. Y esa misma mezcla de emoción y pertenencia que le despierta cada vez que enciende la cámara es la que se siente en su trabajo: una celebración del detalle, del encuentro y del misterio que es vivir —con todos los sentidos despiertos— en esta ciudad inagotable.

¿Cómo la ciudad influye en tu estilo y enfoque fotográfico?
¡En todo! Nací y crecí en la Ciudad entonces mis primeros acercamientos a la foto estuvieron rodeados de Ciudad. La influencia más clara diría que está en mi curiosidad por conocer personas nuevas y escucharlas, es algo que pasa en la Ciudad y pasa en mi trabajo.


Hablando de estilo, creo que se ha moldeado con el tiempo, pero siempre tengo presente la emoción que sentía cuando empecé a tomar fotos, como a los 12, y mi cosa favorita era tomar fotos de la Ciudad después de llover jaja muy cursi y muy distinto a lo que hago ahora pero fue de los primeros ejercicios que me hicieron querer ser fotógrafa. Además, aquí estudié y en la carrera siempre existió énfasis en poner atención a lo que pasaba afuera. Mientras estudiaba tenía que trasladarme de un punto lejano a otro para llegar e inevitablemente viví la Ciudad más de cerca.

¿Qué historias buscas contar con tus fotos de la CDMX?
En esta serie quise poner atención a detalles dentro de sitios comunes o turísticos. Fotos que podrías ver aisladas y funcionan, no necesariamente el registro de los lugares. 

¿Cómo ha cambiado tu percepción de la CDMX desde que empezaste a fotografiarla?
Me gusta mucho más ahora, antes no estaba tan consciente de que es la mejor ciudad del mundo, y conociendo a más personas y otros lugares, valoro mucho más lo divertido y privilegiado que es vivir aquí como fotógrafa. También he cambiado mucho gracias a la Ciudad. Vivir en un lugar que puede apantallar mucho en primera instancia, me ha forzado a ser menos tímida. 

¿Cuál es alguno de tus recuerdos favoritos en la ciudad?
Sin duda los fines de semana con mi papá de chiquita, se inventaba mil cosas para entretenerme, desde ir a parques súper lejanos o a ferias callejeras y comer esquites. Un recuerdo más cercano es el último lugar en donde viví, que tenía unas vistas espectaculares de la Ciudad y genuinamente ver el paisaje se convertía en parte de mi día a día.

¿Cuál es tu espacio favorito en la CDMX?
El Parque Ecológico de Xochimilco.

¿Qué crees que hace a la CDMX visualmente única en comparación con otras ciudades?
¡Los contrastes! En un rango muy corto de distancia puedes fotografiarla como una Ciudad nocturna cosmopolita o como una Ciudad con más naturaleza, montañas, lagos, etc. Y todo lo especial que es lo mundano aquí, hay una estética distinta en lo de todos los días que es una combinación de mil cosas que no se puede encontrar en otro lugar. 

¿Cómo ves la relación entre el caos de la ciudad y su belleza?
Es algo que en lo personal me costó muchos años entender, pienso que se entiende y se aprecia con mucha paciencia. Como turista puede sentirse como un balance que funciona, pero vivir aquí es distinto y hay que aprender a abrazarlo, tampoco se puede romantizar tan fácil.

¿Qué emociones te inspira la CDMX cuando estás detrás de la cámara?
Sentimiento de pertenencia y emoción por no saber qué va a pasar.

Top 3 imperdibles dentro de la ciudad (Lugares, bares, restaurantes, espacios, museos, etc)
El mirador de la Torre Latino (no el restaurante sino el mirador que está en el piso 44) , la casa de Manuel Álvarez Bravo y Taquería el Taquero en el mercado de Tizapán.

@ximenamorfin