En el cruce de Insurgentes Sur y Eje 6 Ángel Urraza encontramos una fuente monumental que muchos identifican como un punto de referencia, pero pocos saben que alguna vez ocupó el lado oriente de una amplia y arbolada glorieta: la Plaza California.
Inaugurada en 1942 bajo el proyecto del arquitecto Vicente Mendiola, esta fuente fue la pieza final del elegante fraccionamiento Insurgentes San Borja, diseñado en un trazo semicircular que contrastaba con su entorno. Su estilo californiano definió no sólo la plaza, sino también las construcciones que la rodeaban, convirtiéndola en un verdadero portal de bienvenida al extremo oeste de la colonia Del Valle.
De glorieta a fragmento urbano
Originalmente, la glorieta se extendía hacia el poniente, rumbo al Estadio Azul y la Plaza de Toros México. Sin embargo, con el trazo de Avenida Insurgentes, parte de ella desapareció, entró en litigio y terminó convertida en un estacionamiento público. El fraccionamiento que motivó su construcción pasó a formar parte de la colonia Del Valle.
Hoy resulta difícil imaginar este rincón sin el intenso flujo de una de las avenidas más importantes de la ciudad, pero para los nostálgicos es imposible no pensar en la fuente como el corazón de una zona que alguna vez fue epicentro de vida nocturna y espectáculos.
Años dorados
En las décadas de 1940 y 1950, la Fuente Monumental fue el centro de una de las zonas más concurridas de la capital. A sus espaldas funcionó el afamado cabaret La Fuente, escenario de grandes estrellas de la época. Sobre Insurgentes se encontraban el Terraza Casino y Los Globos, que después dieron paso al mítico Rockotitlán.
A pocos pasos, en 1946 se inauguró la Ciudad de los Deportes con su estadio (hoy Estadio Azul) y la Plaza de Toros México, íconos de memorables espectáculos deportivos y taurinos.
El parque perdido
La Plaza California se dividía en dos mitades: la fuente en el lado oriente y, al poniente, un pequeño parque público. Ambas formaban una glorieta que, tras un largo litigio, perdió su contraparte verde en 2005. El terreno, hoy un estacionamiento, no puede ser edificado por estar catalogado como área verde.
El diseño original fue obra de José de la Lama, Raoul de la Lama y Vicente Mendiola. De esa época sobrevive la casa que flanquea la fuente por la derecha, mientras que al fondo hoy se alza un edificio con un restaurante Vips en planta baja.
Detalles que cuentan historia
Según el arquitecto y vecino de la colonia, Carlos Rafael Salinas, el conjunto está formado por cuatro lámparas de piedra en forma acampanada, dos bancas de piedra y un gran espejo de agua con cascada escalonada y dos fuentes medianas. Su estilo combina líneas austeras del neoclásico con elementos barrocos y detalles del renacimiento español, visibles en el altorrelieve central con forma de pez y en las decoraciones.
Estas influencias arquitectónicas también se manifestaron en las casonas que aún sobreviven en calles cercanas como Insurgentes o División del Norte.
Un rincón vivo de la ciudad
Afortunadamente, la Fuente está bien conservada y en funcionamiento. Incluso ha sido escenario de episodios políticos recientes: en la casona trasera estuvieron las oficinas de transición del entonces presidente electo Felipe Calderón Hinojosa en 2006.
Hoy, entre el fragor del tránsito y el ajetreo citadino, vale la pena detenerse un momento en la Plaza California, observar sus detalles, escuchar el agua caer y recordar que, en este rincón de la Del Valle, todavía late un pedazo de la historia urbana de la Ciudad de México.
Ubicación: Av. Insurgentes Sur y Eje 6 Ángel Urraza, colonia Del Valle.