En un mundo donde las carreras suelen medirse en kilómetros que a veces parecen interminables, hay una distancia casi olvidada que late con fuerza propia: la milla. No son cinco ni diez, sino apenas 1,609 metros. Un trayecto corto, explosivo y estratégico que, más que resistencia, exige velocidad y astucia.
Ese mismo espíritu es el que trae a la Ciudad de México la New Balance Milla Urbana, después de haber conquistado calles en Buenos Aires, otras ciudades de la región y hasta la mítica 5th Avenue Mile de Nueva York. El próximo 28 de septiembre, el Monumento a la Revolución se convertirá en la pista perfecta para que 1,200 corredores —desde principiantes hasta élite— midan fuerzas con un mismo reto: la milla.
La propuesta es simple, pero desafiante: correr como si fuera un sprint largo. Una prueba que sirve para conocerse mejor, entender en qué punto está tu cuerpo y tu entrenamiento, y de paso convivir con una comunidad que encuentra en la velocidad un lenguaje compartido.
La cita no es solo para los expertos. La carrera está pensada también para quienes apenas empiezan, con la idea de que cualquiera puede experimentar la adrenalina de una distancia corta pero intensa. Y como ocurre en cada edición, lo que se celebra no es únicamente el tiempo en el reloj, sino la camaradería entre corredores, esa complicidad que nace cuando todos persiguen el mismo pulso.
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